Al hablar en la planta de fabricación de transmisiones para los automóviles Chrysler, en la ciudad de Kokomo, en el estado de Indiana, el presidente Barack Obama destacó la evolución de la industria automotriz estadounidense.
Acompañado por el vicepresidente Joe Biden, el mandatario recordó que “a pesar de que seguimos enfrentando grandes desafíos”, el caso de la planta de Chrysler es un ejemplo del “gran espíritu de optimismo y determinación que siempre ha estado en el corazón de todo Estados Unidos”.
Al hablar ante los ejecutivos y los trabajadores de la industria automovilística y ante los obreros de la automotriz, a los que presentó como “los mejores trabajadores de Estados Unidos”, el presidente recordó que esta misma fábrica estaba al 20% en 2008, pero “después de dos años, esta planta ahora funciona a su capacidad plena”.
En tal sentido, Obama recordó cómo la caída del sector automotriz se procesó en medio de la recesión “y nosotros sabíamos que esa caída marcaba el peor momento”, pero también destacó que asistir al sector automotriz “era hacer lo correcto”, porque “este país no se ha construido sobre la base de hacer cosas fáciles”.
El mandatario estadounidense destacó además que en estos momentos las tres compañías estadounidenses, Ford, GM y Chrysler, están liderando las ventas de vehículos en el país.
“Hoy, cada una de las tres fabricantes de automóviles ha incrementado su parte en el mercado. ¡Cada una de ellas! Por primera vez en más de una década, los estadounidenses están comprando grandes cantidades de automóviles Chrysler, Ford y General Motors, y una cantidad menor de vehículos extranjeros”, afirmó el mandatario.
En palabras del presidente estadounidense, “el mensaje es claro, no apuesten contra Estados Unidos, no apuesten contra la industria automotriz estadounidense”, señaló ante el aplauso de los trabajadores y ejecutivos de Chrysler.