El presidente Barack Obama defendió este lunes ante los periodistas su estrategia contra el grupo Estado islámico al que llamó "la cara del diablo", la cual prometió será intensificada pero no cambiada.
Hablando en el cierre de la Cumbre del G20 en Antalya, Turquía, Obama se refirió brevemente a las metas que inicialmente se habían trazado los países participantes, todas relacionadas con la economía, el desarrollo y el medio ambiente, pero al igual que la cumbre misma, sus palabras estuvieron más enfocadas en los acontecimientos del viernes en París, donde los ataques del grupo extremista islámico provocó la muerte de 129 personas.
“Habrá una intensificación de la estrategia [contra ISIS]… pero como dije antes, va a tomar tiempo”, aseguró Obama ante las preguntas insistentes de los periodistas que cuestionaban si a la luz de los ataques en París acaso sea tiempo de cambiar de estrategia.
“La estrategia tiene que ser sostenible, ir detrás de blancos, sistemáticamente golpear a sus líderes, sus estructuras, cortar sus fronteras, reducir el espacio en que puedan operar”, enumeró Obama, pero explicó que no cree en enviar más tropas o crear zonas de exclusión aérea como han sugerido algunos.
En cambio, defendió su política de “contención” contra ISIS, que dijo ya no ha logrado crecer en cuanto a territorios.
“Lo que distingue a ISIS de otros grupos terroristas es su habilidad para mantener territorio y atraer a nuevos reclutas… Mientras más reduzcamos su territorio, menos que pueden asegurar que son un estado”, apuntó.
“Eso, combinado con la solución al problema sirio y el entrenamiento de fuerzas locales que los puedan combatir” es lo que ayudará a combatir a ISIS, aseguró Obama.
El presidente también dijo no haber tenido información de inteligencia previa al ataque de París, pero descartó que eso y el hecho de que el ataque haya sido llevado a cabo no se debe a que se haya desestimado la capacidad de ISIS para atacar.
“No, no hemos desestimado sus habilidades”, repitió varias veces ante los cuestionamientos. “Es por eso que hemos movilizado a 65 países para ir tras ISIS y poner presión para cortar el flujo de combatientes extranjeros… Hemos estado conscientes de la capacidad potencial de que lancen un ataque terrorista, pero cuando se habla de la capacidad de un puñado de gente, en quienes lo importante no es su armamento sino su ideología y su disposición para morir y matar a mucha gente, esto es lo difícil de evitar”.
El presidente terminó rechazando los llamados a limitar el recibimiento de refugiados de Siria y otros países del Medio Oriente recordando que fue el mismo papa Francisco durante su visita a Washington quien pidió a Estados Unidos y al mundo a proteger a “los vulnerables”.
