Al menos dos personas resultaron muertas y decenas arrestadas en protestas ocurridas en Irán el 14 de febrero. Miles de manifestantes se reunieron en múltiples ciudades iraníes para expresar su solidaridad con aquellos que en Egipto se manifestaron durante semanas contra el gobierno y en favor de la democracia y demandando cambios en el país.
Los manifestantes iraníes fueron atacados con gases lacrimógenos y bastones y arrestados por las fuerzas de seguridad del gobierno de Irán, agentes del mismo gobierno iraní que alabó profusamente a los manifestantes egipcios que demandaban reformas políticas y libertad.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hizo notar la ironía en la conducta del gobierno de Irán al expresar "ustedes han visto al régimen de Irán pretendiendo celebrar lo que pasó en Egipto, cuando de hecho ellos actuaron en directo contraste a lo que pasó en Egipto al derribar a tiros y golpear a la gente que trataba de expresarse pacíficamente en Irán".
El presidente Obama declaró que lo que es cierto en Egipto debiera serlo en Irán, o sea, que el pueblo pudiera expresar su opinión y sus quejas y buscar un gobierno más sensible.
Dijo el presidente: "Mis esperanzas y expectativas son de ver al pueblo de Irán con el valor de expresar su anhelo de mayor libertad y más representación en el gobierno, entendiendo que los Estados Unidos no puede a la larga dictar lo que pase dentro de Irán como tampoco pudo determinarlo en Egipto."
"En última instancia", culminó expresando el presidente Obama, "esos son países soberanos que tienen que tomar sus propias decisiones. Lo que podemos hacer es brindar más apoyo moral a los que buscan una mejor vida para ellos mismos."