El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo este jueves 9 de febrero, que el acuerdo por 25 mil millones de dólares entre el gobierno y los prestamistas hipotecarios más importantes del país termina con una "era de imprudencia", y ayuda a los propietarios responsables.
Obama calificó el acuerdo como un "paso importante" que tiene que profundizarse con más medidas por parte del Congreso y la banca para poder revivir al lastimado sector inmobiliario.
El mandatario señaló que el pacto "da vuelta la página a una era de imprudencia que ha dejado mucho daño a su paso", y permitirá corregir las prácticas ilegales llevadas a cabo por dudosos prestamistas.
En el acuerdo, cinco de los mayores bancos estadounidenses junto a 49 de los 50 estados de la nación acordaron ayudar a los propietarios a reducir el monto que deben de sus hipotecas y proporcionar una indemnización por el embargo injustificado de viviendas.
La medida es esperanzadora para millones de estadounidenses que han visto desplomarse el valor de sus viviendas, mientras que el costo de sus hipotecas se ha mantenido en los niveles de la época de auge inmobiliario.
Esta propuesta a su vez, brindará una compensación para aquellos que perdieron sus hogares a pesar de los cuestionamientos a los bancos por no respetar el debido proceso.
El anuncio se da después de que el Departamento de Justicia anunciara el arreglo alcanzado con Ally Financial, Bank of America, Citigroup, J.P. Morgan Chase y Wells Fargo tras un mes de negociaciones.
El único estado de la nación americana que no participa en el acuerdo es Oklahoma, por lo que no recibirá ni estará sujeto a las condiciones del acuerdo.
