El presidente Barack Obama prohibió este lunes proporcionar equipo militar a los departamentos de policía locales, tomando en cuenta los enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y civiles por razones raciales en varias ciudades del país durante el último año.
El gobierno prohibió la entrega de esos equipos e impuso controles más estrictos sobre otras armas que ya han sido proporcionadas a varias agencias de seguridad.
El sorpresivo anuncio se produce después que la Casa Blanca sugiriera el año pasado que mantendría esos programas de entregas de armas militares sobrantes a la policía.
Equipos militares, como vehículos blindados, armas de fuego de gran calibre y equipo de camuflaje, fueron utilizado el verano pasado en Ferguson, Missouri para contener las protestas que sucedieron tras la muerte de un joven negro desarmado a manos de un policía blanco.
El experto en temas militares y de seguridad nacional, Eric Rojo, dijo en entrevista con la Voz de América que estos elementos son usados por la policía hace mucho tiempo, pero que muchos de ellos no deberían estar en las calles.
"No hay ninguna justificación para usar armas de calibre 50 o lanzagranadas porque en caso de una emergencia nacional se activa a la Guardia Nacional", dijo Rojo.
El experto añade que la policía debe cumplir su función específica, pero dijo: "Hay ciertos elementos que les brindan mayor efectividad cuando se trata de casos específicos, como por ejemplo ataques terroristas, pero siempre dentro de las líneas que dividen a la policía y a los militares", enfatizó.
Escuche la entrevista con Eric Rojo.
Obama visitó el lunes la sede de la policía de Camden en Nueva Jersey – una de las ciudades más violentas y pobres del país— y luego estuvo en un centro comunitario para reunirse con jóvenes y policías, y ofreció un discurso.
La Casa Blanca señaló que con efecto inmediato, el gobierno federal dejará de financiar o proporcionar vehículos blindados que funcionen con un sistema de orugas en lugar de ruedas, aeronaves o vehículos con armamento ni armas o munición de calibre 50 o superior, así como lanza granadas, bayonetas o uniformes de camuflaje. El gobierno federal también estudia formas de retirar equipos ya distribuidos.
Obama dijo en agosto que "hay una gran diferencia entre nuestro ejército y nuestra policía local, y no queremos que esas líneas se confundan".
