Los manifestantes en Ferguson protestaron en calma, pero prometieron continuar pidiendo más renuncias, un día después que dos oficiales fueran baleados frente a las oficinas del departamento de policía de la ciudad.
Docenas de personas hicieron una vigilia a la luz de las candelas, expresando simpatía por los oficiales heridos y orando por que la paz regrese a Ferguson.
El presidente Barack Obama censuró el tiroteo durante una aparición en el programa nocturno de televisión “Jimmy Kimmel Live” de ABC el jueves.
“Lo que ha estado sucediendo en Ferguson ha sido opresivo y objetable y digno de protestas, pero no había excusa para actos criminales”, remarcó.
El tiroteo tuvo lugar horas después que el jefe de policía de Ferguson renunciara, después que un informe del Departamento de Justicia acusara al departamento de policía de esa ciudad de políticas raciales parcializadas.
Hasta ahora no ha habido capturas por el tiroteo.
El jefe de policía de Ferguson, Thomas Jackson, presentó su renuncia el miércoles, siete meses después que el oficial de policía Darren Wilson matara al adolescente negro desarmado Michael Brown, quien lo atacó durante una confrontación en la calle en agosto.
El jueves los manifestantes pidieron la renuncia del alcalde de Ferguson y la disolución de todo el departamento de policía.
Policías de del condado de San Luis y de la patrulla de carreteras de Missouri fueron llamados para reforzar la seguridad en la ciudad, pero ayer se mantuvieron observando sin tener que intervenir en ningún momento con la vigilia.
Los manifestantes se retiraron a eso de las 11:30 de la noche sin que se hayan producido ni desórdenes ni arrestos.