Funcionarios de la Casa Blanca señalan que el grupo al-Qaeda sigue siendo la mayor amenaza terrorista para Estados Unidos.
Un informe dado a conocer señala además que los esfuerzos del gobierno para combatir la violencia extremista no deben centrarse solamente en los grupos radicales islámicos.
El documento reveló su estrategia para impedir ataques ideológicamente inspirados. Aunque el informe dice que al-Qaeda y sus afiliados son la amenaza más fuerte que tiene Estados Unidos, también dice que el gobierno debe trabajar para contrarrestar la afirmación de al-Qaeda de que EE.UU. está en guerra con el islam, indicando que esfuerzos de inteligencia centrados en una sola forma de extremismo son contraproducentes.
El informe advierte que son necesarios mayores esfuerzos de educación, tales como programas después de la escuela y programas comunitarios para ayudar a prevenir el desarrollo de ideologías violentas en los niños.
También pide que las agencias policiales federales más de cerca con autoridades estatales y locales en la identificación de amenazas potenciales
