El presidente Barack Obama expresó preocupación por la violencia de los últimos días en Israel y enfatizó que Estados Unidos cree que el estado judío tiene derecho a proteger las leyes básicas y el orden.
Durante una conferencia de prensa conjunta con la presidenta de Corea del Sur, Park Geun -hye, Obama dijo que "es importante que el primer ministro de Israel, (Benjamin) Netanyahu y funcionarios electos israelíes, junto con el presidente (Mahmoud) Abbas y otras personas en posición de poder, traten de bajar la retórica que podría alimentar la violencia, la ira o los malentendidos, y traten de lograr que toda la gente en Israel y Cisjordania reconozcan que este tipo de violencia casual no va a dar ningún resultado como no sea más dificultades y más inseguridad".
El secretario de estado de Estados Unidos, John Kerry se reunirá la próxima semana en Alemania con el Premier israelí para hablar sobre la ola de violencia entre palestinos e israelíes que ha causado hasta el momento 39 muertes, y con la canciller alemana Angela Merkel, con quien tratará sobre la situación en Israel y en el Medio Oriente en general.
Netanyahu tiene planeado reunirse el miércoles con la canciller Merkel.
El Primer Ministro israelí dijo el jueves que está dispuesto a reunirse con líderes árabes y el liderazgo palestino "a fin de detener las incitaciones y aclarar las cosas".
Entre tanto en la sede de la ONU, en Nueva York, un alto funcionario dijo el viernes que la larga ocupación israelí del territorio palestino y las cada vez menores perspectivas de lograr un estado Palestino han transformado "el resentimiento palestino de largo tiempo en una abierta furia".
El secretario general adjunto para asuntos políticos, Taye-Brooks Zerihoun, hizo el comentario durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad, convocada para tratar la más reciente violencia entre Israel y los palestinos.
Zerihoun dijo que "la dura realidad" ha sido agravada por las difíciles condiciones económicas cada vez desesperadas, incluidas las desalentadoras perspectivas de empleo para los jóvenes palestinos y la expansión de los asentamientos israelíes.
El alto funcionario advirtió a Israel que la actual crisis no puede ser resuelta solo con medidas de seguridad, y señaló que las tensiones en los sitios sagrados de Jerusalén, exacerbadas por "las imprudentes declaraciones" de palestinos y de elementos extremistas israelíes, fueron los principales instigadores de la violencia.
El Secretario General Adjunto de la ONU para Asuntos Políticos, también culpó por la violencia a lo que llamó "la aparente mano dura de los servicios de seguridad israelíes" y "el impacto de las redes sociales".
