El presidente de Estados Unidos, Barack Obama describió a Nelson Mandela como un “gigante de la historia” a quien comparó con Lincoln, Ghandi y con Martin Luther King en su discurso en tributo al líder sudafricano que murió el jueves, a la edad de 95 años.
"Es difícil elogiar a cualquier hombre —captar con las palabras los hechos y las fechas que hacen una vida, no digamos la verdad esencial de una persona— sus alegrías propias y sus lamentos; sus silencios y las cualidades únicas que iluminan el alma de alguien. Cuanto más difícil es hacerlo con un gigante de la historia que dirigió una nación hacia la justicia", dijo Obama en su discurso en el estadio Soccer City de Soweto.
Allí, miles de sudafricanos se reunieron en cantos alegres bajo la lluvia, para honrar a su líder, junto a unos 100 jefes de estado y otras personas importantes que llegaron a rendir tributo al gran símbolo de la reconciliación.
Obama pudo encontrarse con líderes como Hamid Karzai, Raúl Castro y Dilma Rousseff, con quienes estrecharon la mano. Otros líderes presentes fueron el secretario de la ONU, Ban Ki-moon, el vicepresidente chino, Li Yuanchao y el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe.
Quizá pensando en algunos de ellos, Obama dijo que “Hay muchos líderes que se solidarizan con la lucha de Madiba por la libertad, pero no toleran la disidencia de su propio pueblo”.
“El dilema que hoy encaramos —defender la libertad y los derechos humanos; terminar conflictos y guerras sectarias— no tiene respuesta fácil”, agregó Obama. “Pero tampoco hubo respuesta fácil para aquel niño en Qunu. Y Nelson Mandela nos recuerda que siempre parece imposible hasta que se hace”.
"Es difícil elogiar a cualquier hombre —captar con las palabras los hechos y las fechas que hacen una vida, no digamos la verdad esencial de una persona— sus alegrías propias y sus lamentos; sus silencios y las cualidades únicas que iluminan el alma de alguien. Cuanto más difícil es hacerlo con un gigante de la historia que dirigió una nación hacia la justicia", dijo Obama en su discurso en el estadio Soccer City de Soweto.
Allí, miles de sudafricanos se reunieron en cantos alegres bajo la lluvia, para honrar a su líder, junto a unos 100 jefes de estado y otras personas importantes que llegaron a rendir tributo al gran símbolo de la reconciliación.
Obama pudo encontrarse con líderes como Hamid Karzai, Raúl Castro y Dilma Rousseff, con quienes estrecharon la mano. Otros líderes presentes fueron el secretario de la ONU, Ban Ki-moon, el vicepresidente chino, Li Yuanchao y el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe.
Quizá pensando en algunos de ellos, Obama dijo que “Hay muchos líderes que se solidarizan con la lucha de Madiba por la libertad, pero no toleran la disidencia de su propio pueblo”.
“El dilema que hoy encaramos —defender la libertad y los derechos humanos; terminar conflictos y guerras sectarias— no tiene respuesta fácil”, agregó Obama. “Pero tampoco hubo respuesta fácil para aquel niño en Qunu. Y Nelson Mandela nos recuerda que siempre parece imposible hasta que se hace”.