El presidente de Estados Unidos comenzó su primera conferencia del año haciendo una evaluación de la situación económica del país.
Barack Obama enfatizó que hay que ayudar a levantar el negocio de las ventas y compras de casas, los pagos y detener las expropiaciones bancarias.
El mandatario dijo que el Congreso debe ayudar a salir del problema y que de no hacerlo “usare todo lo que este en mi poder”.
El primer encuentro con los medios de comunicación se concreta en momentos en que Estados Unidos enfrenta una modesta mejoría de la economía, pero enfrenta desafíos internacionales.
El mandatario respondió la primera pregunta de un periodista sobre el tema de Irán y enfatizó que “se está haciendo todo lo posible” para buscar una solución.
“Lo único que no hemos hecho es lanzar una ofensiva”, dijo Obama sobre los comentarios hechos ante su trabajo en el tema de Irán.
“Tenemos el apoyo de Israel, dijo usted. ¿Qué quiso decir con ello?, le preguntó un periodista, ante lo que el mandatario respondió que se trata de compromisos de seguridad y no de acciones militares.
“Sobre la seguridad de Israel es algo que nos preocupamos”, enfatizó Obama.
“Yo quiero que el precio de la gasolina baje porque afecta a familias”, dijo Obama al referirse sobre el alto precio del galón de gasolina en Estados Unidos.
Sobre el tema de inmigración, Obama dijo que “tenemos un sistema que está dañado”. Dijo además que muchas familias que están preocupadas por una deportación y que muchos reciben malos pagos por estar indocumentados.
Obama recordó que cuando llegó a la Casa Blanca buscó solucionar el problema de forma bipartidista, pero que ahora se convirtió en un tema de partido.