El presidente Barack Obama hizo un llamado para reformar el sistema de justicia penal, asegurando que es un tema que Estados Unidos no puede ignorar.
“En demasiados casos, el castigo no concuerda con el crimen”, dijo Obama a la convención anual de la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (o NAACP por sus siglas en inglés) que se realizó en Filadelfia el martes.
Estados Unidos, dijo, encarcela tanta gente como las 35 naciones europeas más avanzadas juntas, con una cifra desproporcionada de afroestadounidenses y latinos que son puestos tras las rejas por delitos menores no violentos relacionados con las drogas.
“Nuestro sistema de justicia penal no es tan inteligente como debería ser. No nos da seguridad como debería. No es tan justo como debería ser. Los encarcelamientos masivos solo empeoran al país”, aseguró.
En su discurso ante el grupo más importante en la defensa de los afroestadounidenses, el presidente hizo un llamado ya sea para reducir o eliminar las sentencias mínimas obligatorias para quienes cometen delitos no violentos relacionados con las drogas, reconsiderar el confinamiento solitario para los reos y aumentar los programas de entrenamiento laboral para la población reclusa.
También anunció una revisión sobre el uso del confinamiento en solitario y urgió al Congreso aprobar reformas a las leyes de sentencias antes de que termine el año.
Obama reconoció que muchos en Estados Unidos deben estar en prisión —“los asesinos, los depredadores, los violadores, los líderes de pandillas”— pero sin embargo, en muchos casos, la policía trata de manera diferente a los jóvenes negros y latinos que a los blancos.
Afirmó que los afroestadounidenses y los latinos reciben sentencias más estrictas por crímenes similares a los cometidos por los blancos, y que “más o menos uno de cada 35 hombres afroestadounidenses, y uno de cada 88 latinos, cumplen sentencias en este momento”.