El presidente de Estados Unidos, Barack Obama telefoneó al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para desearle una pascua hebrea pacífica.
El mandatario junto a su esposa, la primera dama Michelle Obama, celebraron en la Casa Blanca una cena ritual séder con representantes de la comunidad judía para marcar el comienzo del Pésaj, que marca el éxodo bíblico de los israelitas de Egipto.
Durante el diálogo telefónico, Obama y Netanyahu discutieron la cooperación en contraterrorismo, avances del proceso de paz del Oriente Medio y la reciente violencia en la franja de Gaza.
Netanyahu expresó gratitud por un sistema estadounidense de armas de defensa, que según dijo, ha interceptado varios misiles que iban dirigidos a Israel.
El gobierno del presidente Obama asignó $205 millones de dólares en su presupuesto de 2011 para continuar financiando ese sistema.
Por su parte, en Israel, el presidente israelí Shimon Peres visitó el lunes a los padres del soldado cautivo Gilad Schalit en la carpa que montaron en señal de protesta frente a la residencia oficial del primer ministro en Jerusalén.
"Estoy convencido de que veremos a Gilad regresar vivo a su casa", dijo Peres a la familia del soldado que fue capturado por los insurgentes de la organización islamista Hamas en el 2006 en una incursión desde la Franja de Gaza.