La OEA asegura en un informe sobre política antidrogas que la mejor forma de combatir el narcotráfico es despenalizando la droga.
José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), destacó en una reunión con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, que cualquier esfuerzo político y de salud debe tener como base la despenalización del consumo de drogas.
"Un adicto es un enfermo crónico que no debe ser castigado por su adicción, sino tratado adecuadamente. Si no es posible pasar de la noche a la mañana a un cambio radical en el tratamiento de los adictos, al menos debería comenzarse con métodos transicionales, como las cortes de drogas, la reducción sustantiva de penas y la rehabilitación", explica el informe redactado por el organismo hemisférico.
Insulza sostiene que los arrestos y encarcelamientos sólo hacen más daño a los consumidores que son al final de todo “las víctimas de este flagelo”.
El documento de la OEA no esclarece si se debería o no legalizar completamente el consumo de cocaína y marihuana, pero el documento sí menciona que "la despenalización del consumo de drogas debe ser considerada en la base de cualquier estrategia de salud pública".
La Organización plantea "probar y aprender de regímenes legales y regulatorios alternativos, iniciando con el cannabis”, y asegura que las “medidas restrictivas de libertad son antagónicas de este enfoque y sólo deberían usarse cuando esté en riesgo la vida del adicto o cuando su conducta constituya un riesgo para la sociedad”.
El estudio, elaborado por mandato de los jefes de Estado de la región tuvo un costo de $2,2 millones de dólares y los gobierno de la región tendrán la primera oportunidad de discutirlo cuando asistan a la Asamblea General de la OEA, en Antigua Guatemala, este próximo junio.
José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), destacó en una reunión con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, que cualquier esfuerzo político y de salud debe tener como base la despenalización del consumo de drogas.
"Un adicto es un enfermo crónico que no debe ser castigado por su adicción, sino tratado adecuadamente. Si no es posible pasar de la noche a la mañana a un cambio radical en el tratamiento de los adictos, al menos debería comenzarse con métodos transicionales, como las cortes de drogas, la reducción sustantiva de penas y la rehabilitación", explica el informe redactado por el organismo hemisférico.
Insulza sostiene que los arrestos y encarcelamientos sólo hacen más daño a los consumidores que son al final de todo “las víctimas de este flagelo”.
El documento de la OEA no esclarece si se debería o no legalizar completamente el consumo de cocaína y marihuana, pero el documento sí menciona que "la despenalización del consumo de drogas debe ser considerada en la base de cualquier estrategia de salud pública".
La Organización plantea "probar y aprender de regímenes legales y regulatorios alternativos, iniciando con el cannabis”, y asegura que las “medidas restrictivas de libertad son antagónicas de este enfoque y sólo deberían usarse cuando esté en riesgo la vida del adicto o cuando su conducta constituya un riesgo para la sociedad”.
El estudio, elaborado por mandato de los jefes de Estado de la región tuvo un costo de $2,2 millones de dólares y los gobierno de la región tendrán la primera oportunidad de discutirlo cuando asistan a la Asamblea General de la OEA, en Antigua Guatemala, este próximo junio.