Al menos tres diputadas costarricenses —dos oficialistas y una de oposición— rechazaron las acusaciones del presidente nicaragüense Daniel Ortega que señaló a dicho país centroamericano de “albergar a grupos terroristas” en referencia a los exiliados.
La legisladora de Partido Liberación Nacional, Monserrat Ruiz Guevara, quien también es presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa costarricense, dijo a la Voz de América que las declaraciones de Ortega “son penosas”.
“Nosotros hemos sustentado a lo largo de más de cinco décadas un país que ha abierto las puertas a nuestros vecinos, a nuestros hermanos nicaragüenses y que hoy termina siendo un gran protector de ese elemento migratorio que quiere ser ajusticiado por este señor (Ortega)”, subrayó Ruiz.
De igual forma indicó que por esa razón presentará una moción el próximo jueves donde se pueda generar un pronunciamiento desde la comisión que preside “reprochando las declaraciones del señor Ortega al respecto”.
“Costa Rica ha sido un país democrático, de paz que ha evidenciado y que ha tomado la bandera de derechos humanos como parte de esta gran democracia participativa que tenemos. Desde ahí vamos a generar ese pronunciamiento”, subrayó Monserrat Ruiz Guevara.
Por otro lado, Pilar Cisneros, jefa de facción del oficialista Partido Progreso Social Democrático, indicó que si Ortega “hace un discurso así, al menos debería aportar pruebas”, las cuales dice que “obviamente no existen”.
También respaldó las declaraciones del presidente Rodrigo Chaves que indicó días atrás que Costa Rica siempre ha albergado a refugiados y a las personas que huyen de sus países por persecución política. “Jamás se ha albergado terroristas” en Costa Rica, replicó.
“Por aceptar a los migrantes, por abrir las puertas, por ayudar a la gente que ha sido perseguida, que tiene que huir de sus países. Aquí no se han albergado terroristas, nunca. Ni ahora, ni nunca”.
Al igual que Cisneros, la también diputada oficialista María Marta Padilla enfatizó que “Costa Rica es un país respetuoso, pacífico y que busca la convivencia con todos los demás países”.
Las acusaciones de Ortega
El pasado 8 de noviembre el presidente Ortega acusó a Costa Rica de mantener en el país a “una base de terroristas” auspiciados por Estados Unidos, los cuales, según él, “conspiraron contra las elecciones municipales” realizadas días atrás y donde todas las alcaldías del país quedaron bajo el control del oficialismo en un proceso carente de credibilidad.
Ortega dijo que pese a ello, "en un hecho histórico" no hubo agresiones, ni violencia en las votaciones. "No hay balazos y no hay heridos, no corrió ni una gota de sangre”, resaltó.
Al día siguiente, el presidente Chaves negó las acusaciones de Ortega e indicó que el país centroamericano “está adherido a normas de convivencias internacionales” y resaltó que “es un ejemplo brillante para el mundo de cómo la democracia puede funcionar y debe funcionar”.
Nicaragua está inmersa en una crisis sociopolítica desde el año 2018 cuando el malestar popular se expresó en protestas contra Ortega que dejaron más de 300 muertos y miles de exiliados, gran parte de estos en Costa Rica, Estados Unidos y España.
El mandatario que tiene más de 15 años consecutivos en el poder acusó a los manifestantes de “golpistas” que intentaron tumbar su gobierno con el apoyo de varios sectores como la Iglesia Católica, el sector privado y la comunidad internacional.
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