La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reiteró su petición de ayuda a las regiones de Turquía y el norte de Siria, en medio de una situación "devastadora" tras el terremoto que afectó a unas 14 millones de personas, entre ellos unos 3 millones de desplazados.
"No hay registro de un terremoto tan devastador y por lo tanto hago un llamado a la comunidad internacional para que se movilice de cualquier manera posible, no solo con donaciones en especie, sino también con apoyo financiero, para aliviar el sufrimiento humano y comenzar la reconstrucción", dijo a la Voz de América el director general de la OIM, Antonio Vitorino.
Durante su recorrido por la localidad turca de Gaziantep, Vitorino resaltó la "enorme resiliencia" de los turcos y sirios frente a "esta terrible catástrofe" y mencionó el llamado de la organización a recaudar unos 161 millones de dólares, necesarios para reconstruir zonas afectadas.
"Desde el punto de vista financiero, en este momento todavía estamos solo en el 30 % de nuestra petición, y por lo que he visto aquí en el campo, la necesidad de fortalecer el apoyo financiero a Turquía y el norte de Siria es particularmente relevante debido a los devastadores impactos del terremoto", advirtió.
Los terremotos que azotaron a Turquía y Siria el 6 de febrero pasado han causado la muerte a por lo menos 50.000 personas y dejado heridas a muchas más. Decenas de miles siguen desaparecidas y cientos de miles han perdido sus hogares, según datos de las Naciones Unidas.
A poco más de un mes del devastador sismo, de acuerdo a autoridades locales, aproximadamente 3 de los 14 millones de personas afectadas por este desastre natural se han visto obligadas a desplazarse en busca de sustento y seguridad.
Situación especialmente delicada en Siria
La zona norte de Siria, golpeada por el movimiento de tierra, está controlada por fuerzas rebeldes en oposición al gobierno de Damasco, lo cual dificulta la entrada de ayuda humanitaria y las labores de limpieza de escombros.
El temor a posibles réplicas sigue latente para sobrevivientes como Muhammad Aslan, un desplazado sirio que reside en un campamento improvisado después de perder su hogar en el terremoto.
“Actualmente no nos queda más remedio que vivir en una tienda de campaña. Nos estamos recuperando del trauma causado por el terremoto, pero ahora estoy preocupado por nuestra seguridad", afirmó.
Para el director del OIM, la necesidad de mantener abiertos puntos fronterizos por donde pueda pasar la ayuda es ahora "crucial".
“Los puntos fronterizos deben mantenerse operativos. Las necesidades en el noroeste de Siria siguen siendo muy relevantes. Incluso antes del terremoto, aproximadamente 3,1 millones de personas dependían diariamente de la asistencia humanitaria y, como es de imaginar, después del terremoto la situación se ha vuelto más grave”, enfatizó Vitorino.
Este lunes, la Comisión de Investigación sobre Siria aseguró desde Ginebra que la respuesta a los recientes terremotos "fue un fracaso".
En su más reciente informe, el organismo describe además cómo, durante la segunda mitad del 2022, las partes en conflicto en Siria cometieron violaciones y abusos contra los derechos humanos de la desprotegida población civil, una situación que se complicó tras los devastadores terremotos, los peores del último siglo.
“Fuimos testigos de un fracaso total por parte del gobierno y la comunidad internacional, incluidas las Naciones Unidas, para enviar rápidamente ayuda urgente para salvar vidas al noroeste de Siria. Muchos días se perdieron sin ninguna ayuda para los sobrevivientes del terremoto", afirmó el jefe de la comisión, Paulo Pinheiro.
Prioridades a corto y largo plazo
Según la ONU, 730 camiones con ayuda humanitaria de diferentes agencias han logrado entrar al territorio sirio.
“La ONU hizo todo lo que estaba en su poder, lo más rápido posible para ayudar a todas las personas en Siria", insistió por su parte el vocero del bloque multinacional, Stéphane Dujarric.
Tras el desastre, la OIM ha establecido prioridades a corto y largo plazo para tratar de aliviar la dura situación de los afectados en Turquía y Siria, no solo en lo material, sino también ofreciendo asistencia de salud mental y física.
"La principal prioridad a corto plazo es encontrar alojamiento adecuado para quienes han perdido sus hogares, pero luego debemos comenzar a buscar la pronta recuperación de las poblaciones que se han visto tan gravemente afectadas por esta catástrofe", indicó Vitorino.
El director del OIM agregó que no sólo quieren ayudar a restablecer las condiciones de acceso al agua y a la electricidad, sino que subrayó que "el apoyo en salud es fundamental, en especial el apoyo psicosocial".
"El terremoto creó una situación de trauma en las poblaciones y particularmente en las mujeres y niños, y ellos están necesitados de apoyo efectivo de los equipos de la OIM", concluyó.
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