Esta vez fue directo el presidente Ollanta Humala, al ser preguntado sobre las acusaciones contra su segundo vicepresidente y congresista, Omar Chehade, que la semana pasada empezó a ser investigado por la comisión de ética.
Para el mandatario no son suficientes las disculpas que diera Chehade ante este grupo de trabajo del Congreso, donde reconoció que cometió un error, más no un delito, al reunirse con tres generales de la policía en un restaurante.
Aunque Chehade lo ha negado, se dice que la reunión fue para interceder a favor de uno de los grupos empresariales más poderosos del país, que mantiene una disputa por el control de una azucarera.
"Lo que hemos señalado es que no vamos a blindar a la persona. Pienso que haría bien que de un paso al costado, pero eso depende de él y eso serviría para que se defienda mejor", dijo el presidente Humala.
El mandatario peruano reconoció que si su vicepresidente da un paso al costado quedaría atrás el ruido político que está afectando al gobierno.
En los últimos días la aparición de nuevos testimonios han dejado sin sustento las declaraciones de Chehade, y lo que se teme, según los analistas, es que este escándalo afecte la imagen del gobierno de Humala, quien cumplió sus primeros 100 días en el poder, por lo que concedió una entrevista a cuatro medios locales la que fue transmitida en cadena nacional.
