Se ha hecho un progreso enorme en la eliminación de la polio en todo el mundo. Antes de que comenzara un programa de erradicación mundial hace 30 años, aproximadamente 350.000 niños se paralizaban de la poliomielitis cada año. La cifra bajó a 28 en 2018.
Sin embargo, Helen Rees, presidente del comité de emergencia de la Organización Mundial de la Salud, dijo el viernes que la polio sigue siendo una amenaza internacional y que todas las estrategias de salud disponibles deben aprovecharse para evitar que el virus de la polio salvaje se propague a través de las fronteras.
"El temor es que podamos ver un resurgimiento, que podamos ver la exportación nuevamente y una reversión de todo el trabajo y todos los esfuerzos mundiales del país que se han hecho para tratar de erradicar la polio", dijo Rees. "No podemos permitir que eso suceda".
La polio sigue siendo endémica en Afganistán, Pakistán y Nigeria. Rees dijo que en los últimos meses, ha habido una preocupante exportación del virus de la polio salvaje desde y hacia Pakistán y Afganistán.
"Tenemos muestras ambientales positivas y generalizadas en Pakistán", dijo. "Y en Afganistán, debido a la situación más difícil en términos de seguridad, no podemos acceder a un millón de niños para la vacunación".
Por otra parte, hay buenas noticias de la región africana. El director del programa de erradicación de la poliomielitis de la OMS, Michel Zaffran, señaló que el virus salvaje de la poliomielitis no se ha observado en Nigeria desde que se detectó por última vez hace más de dos años.
Si esto continúa, dijo, la comisión regional de certificación podría declarar el virus de la poliomielitis salvaje erradicado de la región africana a fines de 2019 o principios de 2020. Dijo que se necesitarían $ 4 mil 200 millones en los próximos cinco años para acabar con la enfermedad.
La polio, que no tiene cura, invade el sistema nervioso y puede causar una parálisis irreversible en cuestión de horas. La OMS dice que la polio se transmite de una persona a otra a través de la ruta fecal-oral, o con menos frecuencia por un vehículo común como alimentos y agua contaminados. Fiebre, fatiga, dolor de cabeza, vómitos, rigidez en el cuello y dolor en las extremidades son algunos de los síntomas de la polio.