Varios países europeos presentaron en Naciones Unidas un proyecto de resolución para aplicar más sanciones a Siria si las fuerzas de seguridad en ese país no dejan de reprimir las manifestaciones y protestas populares.
El documento, dado a conocer por Gran Bretaña, Francia, Alemania y Portugal respalda una propuesta anterior demandando sanciones inmediatas contra el presidente sirio Bashar al-Assad.
La nueva medida tendría la finalidad de romper el estancamiento existente en el Consejo de Seguridad de la ONU en cuanto a poner más presión sobre el gobierno sirio para que no emplee más la violencia contra civiles.
Según fuentes diplomáticas, el proyecto de resolución será revisado en breve y posiblemente sea sometido a votación para el fin de la semana.
El embajador ruso en la ONU, Vitaly Churkin, dijo sin embargo que su país ha hecho circular en el Consejo un proyecto de resolución alterno que demanda el fin de la violencia en Siria pero aboga por negociaciones políticas en ese país sin amenazar con sanciones.
Hasta ahora, tanto Rusia como China se han opuesto a todas las resoluciones respaldadas por EE.UU. y las naciones europeas que decretarían un embargo de armas y otras sanciones contra el gobierno sirio.
Apoyadas por tanques y helicópteros, tropas sirias mataron el martes a ocho personas en operaciones aparentemente llevadas a cabo contra desertores del ejército que se unieron a las protestas populares.
Grupos civiles dijeron que al menos seis de las víctimas murieron en la ciudad de Homs, y dos más en la provincia noroccidental de Idlib.
De acuerdo con activistas, docenas de blindados entraron en la ciudad de Rastan y los soldados irrumpieron en la sala de emergencia del hospital en busca de rebeldes heridos. Se reportó que docenas de personas fueron detenidas en sus hogares.
Se estima que miles de militares disidentes han integrado un nuevo ejército rebelde encabezado por el coronel Riad al-Assad, que desertó de la fuerza aérea en julio pasado.
