Un trabajo interagencial del gobierno de Estados Unidos asestó un fuerte golpe al tráfico de armas de fuego con destino a su vecino del sur, México.
Este viernes el Departamento de Seguridad Nacional de EEUU (DHS, por sus siglas en inglés) reveló en un informe que, a julio de 2023, cuando faltan aún algo más de dos meses para el cierre del presente año fiscal, las incautaciones de armas de fuego ya han superado "significativamente" las del año fiscal 2022.
El documento remite a una hoja informativa desplegada por la Casa Blanca en junio pasado que reveló la interceptación de “2.000 armas de fuego en la primera mitad del año fiscal 23, un aumento del 65,8 % con respecto al mismo período del año fiscal 2022”.
El DHS intenta “detener el tráfico de armas de fuego de Estados Unidos a México para su uso por organizaciones criminales transnacionales”, y para ello se vale de la integración de la cooperación de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y la dirección de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), entre otras.
El Departamento de Justicia de EEUU informó recientemente, a propósito del aniversario del plan de comunidades más seguras del presidente Joe Biden, que ha logrado enjuiciar a más de un centenar de personas implicadas en estos delitos.
“La disposición sobre el tráfico de armas de fuego ha resultado particularmente útil en la frontera suroeste”, dijo la secretaria adjunta de Justicia, Lisa Monaco, en un evento celebrado en junio en Washington.
A inicios de agosto la secretaria de Exteriores de México, Alicia Bárcena, visitó EEUU y se reunió, entre otros con su homólogo, el secretario de Estado Antony Blinken, quien dejó allí establecido el compromiso de la Casa Blanca de atajar el tráfico de armas “porque vemos que las organizaciones criminales y los cárteles pueden, en parte, hacer lo que están haciendo, y protegerse gracias a las armas, las pistolas que están llegando de Estados Unidos a México”.