La escasez de leche de fórmula para bebé en Estados Unidos ha puesto en apuros a millones de padres estadounidenses qué buscan cómo alimentar a sus hijos recién nacidos, pero no encuentran cómo.
En el centro de este problema está el hecho de que existe una sola fábrica: la planta Abbott Nutrition, que ha estado cerrada durante más de tres meses debido a problemas de contaminación.
A inicios de semana, funcionarios estadounidenses anunciaron un acuerdo con Abbott que allana el camino para reiniciar la producción en las instalaciones de Sturgis, Michigan, las más grandes de EEUU y fuente de marcas líderes como Similac.
Pero no está claro qué tan pronto estará en funcionamiento la fábrica. Mientras, otras preguntas también importantes siguen sin respuestas: ¿Cuál fue la causa de la contaminación? ¿Los reguladores estadounidenses podrían haber aliviado la actual escasez de fórmula interviniendo antes?
¿Qué causó el problema?
Ejecutivos del sector señalan que el problema comenzó cuando la pandemia del COVID-19 provocó alteraciones en el suministro de los ingredientes, en la fuerza laboral y en el transporte. Los suministros se redujeron más cuando los padres acumularon reservas durante las cuarentenas.
Por otro lado, la fórmula, es particularmente vulnerable a desabastos, porque solamente un puñado de empresas proveen casi todos los suministros de EEUU.
En febrero, Abbott Nutrition retiró voluntariamente varias marcas y cerró su fábrica después de que se reportara que cuatro bebés sufrieron infecciones tras consumir fórmula de la instalación.
Un informe preliminar de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés), publicado en marzo, encontró rastros de una bacteria, cronobacter, en varias superficies en toda la planta, aunque no en las áreas utilizadas para hacer el polvo.
Los registros de la planta mostraron que Abbott había detectado la bacteria ocho veces en sus productos o instalaciones desde 2019.
El informe también señaló otros problemas, como agua estancada en el piso y empleados que no se desinfectaron las manos adecuadamente.
¿Cuándo reiniciará operaciones la planta de producción?
Tanto la FDA como Abbott dicen que están trabajando lo más rápido posible para reiniciar la fabricación en la planta. Pero los funcionarios de la agencia de regulación de alimentos dicen que Abbott tiene la responsabilidad de demostrar que su planta de Michigan cumple con rigurosos estándares de seguridad.
Las empresas deben limpiar exhaustivamente las instalaciones y el equipo, volver a capacitar al personal, probar repetidamente y documentar que no hay contaminación.
Incluso después de la apertura de las instalaciones, Abbott dice que pasarán de ocho a diez semanas antes de que los nuevos productos comiencen a enviarse a las tiendas. La compañía continúa produciendo fórmula para bebés en sus otras plantas en EEUU y en el extranjero.
¿Qué iniciativas ha tomado el Gobierno de Biden?
La Cámara de Representantes de EEUU aprobó dos proyectos de ley para proporcionar 28 millones de dólares en fondos de emergencia para la FDA y garantizar que las familias de bajos ingresos puedan continuar comprando fórmula.
Mientras que desde la Casa Blanca se ha invocado la Ley de Producción de Defensa, una legislación que requiere que los proveedores de fabricantes de fórmulas cumplan y den prioridad al país para entregar los insumos necesarios para la producción de la leche en polvo.
La Administración del presidente Joe Biden también implementará la “Operación Fly Formula” con la que Autoriza al Departamento de Defensa a usar aviones comerciales para transportar suministros de fórmula desde el extranjero, que cumplan con los estándares de la FDA para su inmediata distribución.
La semana pasada la FDA dijo que podría incrementar las importaciones de la leche infantil desde México, Chile, Irlanda y Países Bajos. Actualmente, Estados Unidos produce el 98% de la fórmula que consume.
¿Qué hacer ante la escasez de fórmula?
Los profesionales de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) recomiendan que los padres no intenten hacer su propia fórmula casera, tampoco diluirla y consultar al pediatra del niño para encontrar alternativas.
Algunos médicos y autoridades de salud han recomendado que los padres de niños que tengan necesidades especiales acudan a los bancos de leche que existen en el país.
Lindsay Groff, directora ejecutiva de la Asociación de Bancos de Leche Humana de Norteamérica, organización que acredita a los bancos de leche sin ánimo de lucro, dio a conocer que las consultas de los padres que buscan llenar el vacío de la leche de fórmula aumentaron un 20 % en los últimos días.
[Con la colaboración de Stephanie Martinez y Lenny Castro]
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