El vice director del Programa de Extremismo en la Universidad George Washington, Seamus Hughes, dice que el FBI probablemente pasará los próximos días revisando porqué había sido cerrado el caso de Omar Mateen y si esa fue la acción apropiada.
“El problema como siempre es cuando una persona pasa del pensamiento radical a una acción real, y eso es contra lo que está luchando el FBI ahora” dijo Hughes a la Voz de América.
“El FBI tiene miles de investigaciones activas en todos los 50 estados y tiene que tomar la decisión sobre cuando alguien está solamente hablando y cuando van a realizar un salto violento a la militancia”, agrega el experto.
Daniel Pipes, presidente del Middle East Forum, dice que es difícil para las autoridades mantener un control sobre potenciales extremistas violentos porque ellos no necesariamente tienen antecedentes criminales o están asociados con gente que está cometiendo violencia.
El atacante en Orlando afirmó lealtad al grupo Estado islámico en una llamada telefónica a servicios de emergencia, mientras el grupo militante usó sus medios de prensa para afirmar que el ataque fue llevado a cabo por uno de sus combatientes.
Marielle Harris, una investigadora en el Counter Extremism Project, dijo a la Voz de América que no está claro aún cuánto apoyo directo pudo haber tenido el atacante en Orlando. Agregó que es importante investigar el rol del Internet en la radicalización y que las compañías de medios sociales tienen que ser mucho más proactivas.