La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) invitó al presidente paquistaní, Asif Ali Zardari, a la reunión cumbre de la alianza que tendrá lugar en la ciudad estadounidense de Chicago entre el 20 y 21 de mayo y que estará dedicada esencialmente a discutir la retirada gradual de tropas de Afganistán.
Inicialmente se dijo que el mandatario estaba considerando la invitación porque el Consejo de Defensa nacional debía pronunciarse sobre la reapertura de las vías terrestres de aprovisionamiento a la OTAN, pero un portavoz de la embajada en Washington confirmó la asistencia de Zardari a la cumbre.
Las autoridades de Islamabad cerraron las rutas de los convoyes de suministros de la alianza hace casi seis meses luego de un bombardeo de la OTAN que ocasionó la muerte a 24 soldados paquistaníes en la frontera con Afganistán.
La víspera, el primer ministro paquistaní, Yousuf Raza Gilani, declaró que su gobierno sostenía discusiones serias con funcionarios estadounidenses acerca de la reapertura de las rutas de abastecimiento.
La portavoz del Departamento de estado, Victoria Nuland, recalcó a la prensa en Washington, que Pakistán juega un importante rol en cuanto al apoyo que se necesita para garantizar la seguridad en Afganistán, y que las negociaciones estaban “progresando”.
Tras el bombardeo, funcionarios paquistaníes demandaron a la OTAN que se disculpara incondicionalmente, pero EE.UU. sólo extendió al gobierno de Islamabad sus condolencias y Pakistán en represalia cortó las rutas de suministro de la alianza.
En consecuencia, Washington suspendió una prometida ayuda militar de $3.000 millones de dólares a Pakistán, y las relaciones bilaterales se deterioraron.
El incidente también provocó que el parlamento paquistaní revisara los compromisos futuros con EE:UU., y los legisladores exigieron el fin de las incursiones aéreas de aviones no tripulados sobre su territorio, cruciales para Washington en la lucha contra los talibanes y al Qaeda en las zonas tribales del noroeste de Pakistán.
Inicialmente se dijo que el mandatario estaba considerando la invitación porque el Consejo de Defensa nacional debía pronunciarse sobre la reapertura de las vías terrestres de aprovisionamiento a la OTAN, pero un portavoz de la embajada en Washington confirmó la asistencia de Zardari a la cumbre.
Las autoridades de Islamabad cerraron las rutas de los convoyes de suministros de la alianza hace casi seis meses luego de un bombardeo de la OTAN que ocasionó la muerte a 24 soldados paquistaníes en la frontera con Afganistán.
La víspera, el primer ministro paquistaní, Yousuf Raza Gilani, declaró que su gobierno sostenía discusiones serias con funcionarios estadounidenses acerca de la reapertura de las rutas de abastecimiento.
La portavoz del Departamento de estado, Victoria Nuland, recalcó a la prensa en Washington, que Pakistán juega un importante rol en cuanto al apoyo que se necesita para garantizar la seguridad en Afganistán, y que las negociaciones estaban “progresando”.
Tras el bombardeo, funcionarios paquistaníes demandaron a la OTAN que se disculpara incondicionalmente, pero EE.UU. sólo extendió al gobierno de Islamabad sus condolencias y Pakistán en represalia cortó las rutas de suministro de la alianza.
En consecuencia, Washington suspendió una prometida ayuda militar de $3.000 millones de dólares a Pakistán, y las relaciones bilaterales se deterioraron.
El incidente también provocó que el parlamento paquistaní revisara los compromisos futuros con EE:UU., y los legisladores exigieron el fin de las incursiones aéreas de aviones no tripulados sobre su territorio, cruciales para Washington en la lucha contra los talibanes y al Qaeda en las zonas tribales del noroeste de Pakistán.