Un tercer integrante del clan Fujimori, la familia más influyente en la arena política peruana en las últimas tres décadas, podría ir a prisión.
Un fiscal pidió el lunes 12 años de cárcel contra Kenji Fujimori, hijo menor del encarcelado expresidente Alberto Fujimori y hermano de la apresada lideresa opositora Keiko.
La fiscalía peruana afirma que cuando fue legislador, Kenji buscó comprar votos de parlamentarios para evitar en 2018 que el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski fuera cesado de su cargo por la oposición encabezada por su hermana Keiko, y quien ahora está presa por sus presuntos nexos con la constructora Odebrecht.
El fiscal Alcides Chinchay, que argumentó el caso, indicó que Kenji buscaba usar sus contactos con el gobierno de la época para ejecutar y obtener dinero de obras de infraestructura en las localidades representadas por los legisladores que iban a vender sus votos en favor de Kuczynski.
Kuczynski, que tenía un partido con escasos legisladores, quería evitar un pedido de vacancia presidencial impulsado por la poderosa oposición parlamentaria encabezada por Keiko Fujimori.
Kenji, quien estaba peleado con Keiko, buscaba apoyar al débil Kuczynski luego que éste había liberado meses antes a su padre, el expresidente Alberto Fujimori, con un indulto que le perdonaba una condena de 25 años de cárcel por una matanza durante su gobierno en la década de 1990.
Todo se precipitó cuando se difundieron unos videos donde se mostraba a Kenji ofreciendo comprar los votos. Al final, Kuczynski renunció a la presidencia en marzo de 2018. Poco después el expresidente Alberto Fujimori retornó a prisión luego que la justicia anuló su indulto.
Kenji afirma que los videos fueron alterados y niega cualquier acusación. “Me siento tranquilo porque...no ha habido ninguna conversación ilícita”, dijo a la prensa el menor de los Fujimori.
Si Kenji, de 39 años, va a prisión, sería el tercer Fujimori preso. Su hermana Keiko, de 44 años, está presa mientras es investigada por presuntamente lavado dinero de la constructora Odebrecht.
Su padre Alberto, de 81 años y que fue presidente entre 1990-2000, cumple 25 años de cárcel y saldría en libertad en 2033, a los 95 años. El exmandatario tiene otras tres condenas por corrupción y deberá seguir asistiendo a los tribunales porque está en juicio por el crimen de seis campesinos ejecutados por el mismo escuadrón de la muerte que causó su sentencia.