En un desafío a la postura de Estados Unidos, Panamá ha decidido invitar a Cuba a participar en la Cumbre de las Américas que organizará el próximo año.
La vicepresidenta y canciller panameña, Isabel de Saint Malo de Alvarado, dijo en una visita oficial a La Habana que “Cuba también estará invitada”.
Semanas atrás, la canciller visitó al secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, para plantear la inclusión de Cuba en la cumbre que reunirá a los jefes de Estado y de Gobierno de los 34 países que integran la Organización de los Estados Americanos, OEA.
Washington, que mantiene un embargo económico a la Isla desde hace más de medio siglo, se resiste que el gobierno de Raúl Castro participe en tanto no demuestre que es una democracia que respeta los derechos humanos.
Raúl, y antes su hermano, Fidel Castro, han gobernado Cuba desde 1959 cuando derrocaron al dictador Fulgencio Batista que era más cercano políticamente a Estados Unidos.
El gobierno del presidente panameño Juan Carlos Varela ha cambiado la postura conservadora que mantuvo el país, especialmente bajo el anterior presidente, Ricardo Martinelli, y se ha acercado al bloque de países izquierdistas de América Latina.
No está claro si una invitación formal a Cuba podría provocar la cancelación de la participación de Estados Unidos –y de Canadá, su otro aliado—en la cumbre de Panamá.