Las conversaciones para dar solución a un litigio sobre la ampliación del Canal de Panamá quedaron rotas este miércoles después de que la administración de la vía interoceánica y el consorcio a cargo de las obras no lograron un acuerdo.
El Grupo Unidos por el Canal (GUPC), que aglutina a las empresas constructoras bajo la dirección de la española Sacyr, dijo en un comunicado que la Autoridad del Canal (ACP) había puesto fin a las negociaciones sobre quién abonará alrededor de $1.600 millones de dólares necesarios para terminar el proyecto.
Según el administrador de la vía, Jorge Quijano, la conversaciones de complicaron porque otra firma, la italiana Salini Impregilo, se había hecho cargo de las negociaciones y el consorcio había sido “inflexible”, aunque no descartó que todavía sea posible lograr un acuerdo.
Quijano precisó haber estado al habla con otras compañías para la reanudación de las obras de ampliación en virtud de que las diferencias entre las dos partes siguen siendo “demasiado grandes” y GUPC “ha actuado contra los intereses de Panamá y su canal”.
De hecho el consorcio paralizó los trabajos de ampliación y alega que la ACP le adeuda $50 millones de dólares, en tanto que Quijano le exigió a GUPC que reinicie las obras.
Quijano dijo que el proyecto estará terminado para el 2015 “con o sin” la participación del consorcio. Originalmente la obra fue evaluada en unos $5.250 millones de dólares pero su costo se ha elevado a casi $7 mil millones.
El Grupo Unidos por el Canal (GUPC), que aglutina a las empresas constructoras bajo la dirección de la española Sacyr, dijo en un comunicado que la Autoridad del Canal (ACP) había puesto fin a las negociaciones sobre quién abonará alrededor de $1.600 millones de dólares necesarios para terminar el proyecto.
Según el administrador de la vía, Jorge Quijano, la conversaciones de complicaron porque otra firma, la italiana Salini Impregilo, se había hecho cargo de las negociaciones y el consorcio había sido “inflexible”, aunque no descartó que todavía sea posible lograr un acuerdo.
Quijano precisó haber estado al habla con otras compañías para la reanudación de las obras de ampliación en virtud de que las diferencias entre las dos partes siguen siendo “demasiado grandes” y GUPC “ha actuado contra los intereses de Panamá y su canal”.
De hecho el consorcio paralizó los trabajos de ampliación y alega que la ACP le adeuda $50 millones de dólares, en tanto que Quijano le exigió a GUPC que reinicie las obras.
Quijano dijo que el proyecto estará terminado para el 2015 “con o sin” la participación del consorcio. Originalmente la obra fue evaluada en unos $5.250 millones de dólares pero su costo se ha elevado a casi $7 mil millones.