El exsecretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, dijo durante una audiencia del Senado que el presidente ruso Vladimir Putin "no está loco", aunque afirmó que es "un oportunista".
Gates dijo que Putin busca dos objetivos estratégicos: "el primero devolver a Rusia su condición de gran potencia para que nada de lo que ocurra en el mundo pueda resolverse sin la participación rusa y aceptación de Moscú".
La segunda meta es crear una "región de amortiguación" integrada por estados amigos en la periferia de Rusia.
Sus declaraciones fueron parte de su opinión sobre la reforma al sector militar y sobre la amenaza que Rusia significa para Estados Unidos.
El exsecretario de Defensa estadounidense dijo que si Putin ve la oportunidad de "meter el dedo en el ojo de Estados Unidos" no la va a perder.
Agregó que se debe tomar en cuenta que en Ucrania hay más fuerzas rusas que de la OTAN y un gobierno disfuncional, a diferencia del Oriente Medio donde la coalición tiene más activos y Occidente debe decidir qué quiere que ocurra en Siria.
Gates cree que al hacerlo así las posibilidades de que Rusia rete a la coalición se reducen significativamente.