Durante su homilía por la celebración del Jueves Santo, el papa Francisco reconoció que él también ha sido víctima de la “apatía y el aburrimiento” de la vida sacerdotal por lo que consideró necesario fomentar la “alegría sacerdotal”.
"Incluso en los momentos de tristeza, en los que todo parece ensombrecerse y el vértigo del aislamiento nos seduce, esos momentos apáticos y aburridos que a veces nos sobrevienen en la vida
sacerdotal (y por los que también yo he pasado), aun en esos momentos el pueblo de Dios es capaz de custodiar la alegría, es capaz de protegerte, de abrazarte, de ayudarte a abrir el corazón y reencontrar una renovada alegría", dijo durante la misa.
Francisco se dirigió a los cardenales, obispos y sacerdotes que se congregaron en Roma para escuchar y compartir el sermón de Jueves Santo a quienes dijo que “el sacerdote sin Cristo es un
hombre pequeño” y que “la alegría del sacerdote es un bien precioso no sólo para él sino también para todo el pueblo fiel de Dios".
De igual manera, el papa argentino remarcó que en esta fecha es cuando se celebra realmente “el día de la institución del sacerdocio y de la propia ordenación sacerdotal” por lo que habló del comportamiento que deben tener los sacerdotes inspirados en la pobreza, la fidelidad y la obediencia.
"Incluso en los momentos de tristeza, en los que todo parece ensombrecerse y el vértigo del aislamiento nos seduce, esos momentos apáticos y aburridos que a veces nos sobrevienen en la vida
sacerdotal (y por los que también yo he pasado), aun en esos momentos el pueblo de Dios es capaz de custodiar la alegría, es capaz de protegerte, de abrazarte, de ayudarte a abrir el corazón y reencontrar una renovada alegría", dijo durante la misa.
Francisco se dirigió a los cardenales, obispos y sacerdotes que se congregaron en Roma para escuchar y compartir el sermón de Jueves Santo a quienes dijo que “el sacerdote sin Cristo es un
hombre pequeño” y que “la alegría del sacerdote es un bien precioso no sólo para él sino también para todo el pueblo fiel de Dios".
De igual manera, el papa argentino remarcó que en esta fecha es cuando se celebra realmente “el día de la institución del sacerdocio y de la propia ordenación sacerdotal” por lo que habló del comportamiento que deben tener los sacerdotes inspirados en la pobreza, la fidelidad y la obediencia.