El papa Francisco cumple este jueves 12 años de papado. Desde aquel 13 de marzo de 2013, Mario Bergoglio ha visitado 59 países, 11 de estos del continente americano, con giras que comenzaron a pocos días de asumir el pontificado cuando tuvo como primer destino Brasil.
El papa, ahora de 88 años, ha visitado en diferentes momentos el vecindario de países sudamericanos, pero no ha llegado a su tierra natal Argentina, que tenía previsto visitar en 2024, pero el empeoramiento de su salud se lo ha impedido.
El Vaticano ha celebrado este jueves los 12 años de papado de Francisco con reportes médicos "positivos" sobre la evolución de su cuadro clínico a cuatro semanas de permanecer hospitalizado en Roma por una neumonía bilateral.
Aquí un recuento de su paso por las Américas en estos 12 años de papado:
Brasil
Fue el primer país en visitar en julio de 2013, cuatro meses después de llegar al trono papal. Decidió dar un impulso a la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, un evento de dimensiones colosales que aglutinó a millones de jóvenes provenientes de 175 países, gran parte de argentinos cruzaron la frontera para ver a su recién compatriota elegido como papa.
Desde un inicio Francisco decidió mostrar un acercamiento y más simplicidad al utilizar en ese evento un papamóvil descapotado, el lugar del tradicional carro blindado para hacer sus recorridos.
En aquella gira dijo a los jóvenes “hagan lío” para instarlos a empujar a una Iglesia viva y de compromiso con los necesitados.
Gira por Ecuador, Bolivia y Paraguay
Dos años después Francisco regresó a Sudamérica, esta vez con un recorrido en julio de 2015 que incluía tres países, Ecuador, Bolivia y Paraguay.
Aquella gira estuvo en enmarcada en una petición de perdón por crímenes cometidos contra pueblos indígenas a lo largo de la historia de colonización en el continente.
Al llegar a una región convulsa por asuntos políticos Francisco llamó a los pueblos y los gobiernos a la “conciliación y el diálogo”.
Los servicios religiosos fueron multitudinarios con varias paradas al menos en Bolivia y Ecuador, donde recorrió parte de los países para llevar su mensaje y presencia a diferentes ciudades.
Un viaje por EEUU y Cuba
En septiembre de 2015 el papa Francisco inició una gira por Estados Unidos y Cuba. Comenzó su recorrido en la isla caribeña en el marco del Encuentro Mundial de las Familias, Francisco era el tercer papa que visitaba Cuba, el país comunista del continente americano que trataba para ese entonces de dar cierta apertura al mundo, en julio de ese año había abierto relaciones diplomáticas con Estados Unidos.
Francisco ofreció el 20 de septiembre una misa en la Plaza de la Revolución, en la Habana, donde advirtió sobre los “ideologías” que menoscaban el desarrollo de la sociedad. Su visita pastoral y como jefe del Estado Vaticano también incluyó reuniones con el expresidente de Cuba, Fidel Castro y con su sucesor, Raúl Castro.
En sus mensajes en Cuba pidió a los feligreses “vivir la revolución de la ternura”, como contrapunto al reiterado llamado del gobierno a mantener viva la revolución comunista, esto mientras el país ofrecía más apertura a la libertad de culto.
La visita a Estados Unidos duró cinco días, comenzando con su primera parada en Washington el 22 de septiembre y partiendo de Filadelfia el 27 de septiembre, con un intermedio en la ciudad de Nueva York.
La gira por Estados Unidos incluyó masivas demostraciones de feligreses en diócesis como la de Washington, donde la Iglesia se ha robustecido con la participación de las comunidades latinoamericanas.
El papa también ofició una multitudinaria misa en el Madison Square Garden en la ciudad de Nueva York, donde dijo que “el pueblo fiel de Dios puede ver, discernir y contemplar su presencia viva en medio de la vida, en medio de la ciudad”, la metrópoli vista como crisol de cambios para el mundo.
México
El país azteca acogió al pontífice entre el 12 y 17 de febrero de 2016. México es el segundo país con más católicos en el mundo, seguido de Brasil. La gira incluyó la Ciudad de México, Morelia, San Cristóbal de las Casas y Ciudad Juárez, en la frontera norte con Estados Unidos.
Francisco fue acogido por multitudes en los servicios religiosos donde no pudo faltar la celebración en la explanada donde se encuentra la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, la patrona de México.
La visita de Francisco a México se destacó por encuentros con jóvenes, indígenas, adultos mayores, enfermos y presidiarios, además de migrantes en la frontera, y los diálogos con los oficiales de gobierno y el clero mexicano.
Colombia
En 2017 el papa Francisco decidió hacer una visita a Colombia, que veía la esperanza al firmar unos Acuerdos de Paz para poner fin a década de conflicto interno entre el Estado, grupos paramilitares y la guerrilla de las FARC.
El papa llegó al país sudamericano para encabezar el “Gran encuentro de oración por la reconciliación nacional”. En sus cuatro días de estancia del 6 al 10 de septiembre, Francisco visitó Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena.
Chile y Perú
Estos dos países sudamericanos dieron la bienvenida a Francisco del 15 al 21 de enero de 2018, la que el Vaticano consideró como una visita apostólica donde hubo principal énfasis en la “vergonzosa” conducta de miembros del clero por abusos sexuales cometidos contra niños y adolescentes.
En Perú, Francisco mostró su apoyo a los pueblos originarios de la Amazonía con el tema en solidaridad por las quemas y toma de tierra del principal pulmón del planeta. El papa acudió entonces a un encuentro con líderes indígenas en Puerto Maldonado en la región amazónica.
Panamá
Panamá acogió al papa para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud desde el 23 de enero de 2019. En aquella visita el pontífice hizo presentaciones ante miles de peregrinos y abordó temas como las migraciones, la violencia y la necesidad de proteger el medio ambiente.
Un año después comenzó la pandemia de COVID-19 y por casi dos años América Latina se mantuvo con restricciones a eventos masivos por los riesgos de la enfermedad.
Desde entonces, el papa ha presentando complicaciones relacionadas con su edad y problemas de salud crónicos que le impidieron retomar el ritmo una vez terminada la emergencia sanitaria.
Las complicaciones de salud le han limitado los viajes transatlánticos como al inicio de su papado.
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