El papa Francisco defendió el domingo su decisión de negarse a aceptar la renuncia en marzo del cardenal francés Philippe Barbarin, quien fue declarado culpable de no informar sobre las denuncias de abuso sexual a la policía.
Francisco, quien habló con los periodistas a su regreso de un viaje de dos días a Marruecos, dijo que no se tomaría una decisión final hasta que se completara el proceso de apelación de Barbarin.
"En lo que concierne al cardenal Barbarin, él, como hombre de la Iglesia, renunció, pero no puedo aceptarlo moralmente, porque de acuerdo con la ley y la jurisprudencia internacional clásica, siempre existe la presunción de inocencia mientras que el juicio sigue en curso. Apeló el primer veredicto y, por lo tanto, el juicio sigue abierto".
Barbarin recibió una sentencia suspendida de seis meses a mediados del mes pasado por no informar a las autoridades de un sacerdote depredador. El sacerdote, Benard Preynat, supuestamente abusó sexualmente de los “boy scouts” en los años 80 y 90.
Barbarin ofreció su renuncia el 18 de marzo. En lugar de aceptar su renuncia, el pontífice le pidió a Barbarin, el clérigo francés más importante involucrado en el escándalo mundial de pedofilia de la Iglesia Católica, que haga lo que crea que es mejor para la arquidiócesis de Lyon.
El cardenal de 68 años de edad decidió tomar una licencia y le pidió a su asistente que asumiera el liderazgo de la arquidiócesis hasta que el proceso de apelación haya terminado.