El papa Francisco celebró el domingo la Epifanía instando a los fieles a seguir el camino del “amor humilde” y a cuidar de quienes no pueden dar nada a cambio.
El 6 de enero, la Iglesia Católica celebra el viaje de los tres Reyes Magos para encontrarse con Jesús en un humilde portal de Belén.
En su homilía en la basílica de San Pedro, Francisco animó a levantarse “de nuestras sedentarias vidas” para cuidar de los que están sufriendo o son vulnerables y de “los que quedaron atrás”.
Desde que inició su pontificado en 2013, el papa ha insistido en ayudar a quienes están en los márgenes de la sociedad, incluyendo las personas sin hogar, los migrantes y los pobres.
El Pontífice describió como “preciada a los ojos de Dios” la misericordia que se muestra a aquellos “que no tienen nada que dar a cambio”.
Por otra parte, miles de cristianos ortodoxos se sumergieron en las gélidas aguas de ríos y lagos en toda Bulgaria para recuperar los crucifijos arrojados por sacerdotes en ceremonias que conmemoran el bautizo de Jesucristo.
Lo mismo hicieron docenas de fieles en Estambul, Turquía, donde el patriarca ecuménico Bartolomé I dirigió la celebración de la Epifanía.
En Grecia, Michalis Voznakidis, tomó la cruz y los hombres la besaron antes de tocar tierra de nuevo.
"Estamos aquí para todos, para nuestra religión". dijo Voznakidis.
La ceremonia tuvo lugar después de que Bartolomé concedió la independencia a la Iglesia ortodoxa de Ucrania, en un movimiento histórico que ha enfurecido a Rusia.
El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, y el Metropolitano Epifanio I de la nueva iglesia se unieron a la celebración de la Epifanía en Estambul.
El patriarcado de Estambul es considerado el corazón del mundo ortodoxo y se remonta al Imperio Bizantino, que se derrumbó cuando los musulmanes otomanos conquistaron la ciudad en 1453.
En España, Alemania, y una mayoría de países del continente americano se celebra también el Día de Reyes, con desfiles y regalos a los niños.
En Paraguay, el sonido ceremonial, magnético y electrizante de los tambores y los trajes de colores llamativos y chillones contagiaron la alegría en las calles de Fernando Mora, una ciudad paraguaya transformada en un pequeño rincón de África la noche del sábado, cuando los afroparaguayos rindieron tributo al rey mago San Baltazar.
Todos los años, la comunidad afrodescendiente de Kamba Cuá de Fernando de la Mora _una ciudad de 160.000 habitantes a las afueras de Asunción, que debe su nombre a uno de los libertadores paraguayos_ celebra este festival con el fin de mantener las danzas, costumbres y tradiciones ancestrales de la comunidad asentada en esa tierra desde 1820.
Las celebraciones en Polonia, uno de los países más religiosos de Europa, se vieron empañadas por la muerte de cinco adolescentes en un incendio en la ciudad de Koszalin, al norte del país.
La ciudad, en donde murieron las chicas cuando estaban en un 'cuarto de escape' (conocidos como escape rooms), canceló el desfile del día de reyes.