En Irán, los sectores moderados ganaron la mayoría en el Parlamento y en un organismo religioso a cargo de elegir al líder supremo del país.
Es un certero golpe a los sectores radicales en las primeras elecciones desde que Irán firmó un acuerdo con las potencias mundiales para suspender su programa nuclear.
Según los resultados finales divulgados por el Ministerio del Interior y transmitidos por la televisora estatal, los reformistas, que favorecen mayores libertades sociales y mejores relaciones con Occidente, ganaron por lo menos 85 escaños.
Los conservadores moderados obtuvieron 73 escaños y entre ambos bloques suman 158, de un total de 290 plazas.
Los sectores de línea dura, que se oponían al acuerdo, obtuvieron apenas 68 escaños comparado con los más de 100 que tenían hasta ahora. Cinco escaños irán a minorías religiosas y los restantes 59 se decidirán en una segunda vuelta probablemente en abril.
