Los partidos de la oposición desafiaban el martes la insistencia del primer ministro, Boris Johnson, en que Gran Bretaña saldrá de la Unión Europea el 31 de octubre con o sin acuerdo, con una jornada crítica para la política británica.
Entre los gritos de los manifestantes en las calles próximas a la Cámara de los Comunes, los legisladores regresaron de su receso estival con una iniciativa legislativa clave en su agenda que evitaría una salida sin acuerdo inmediata. Si sale adelante, la oficina del primer ministro dijo que convocará elecciones anticipadas.
Johnson ha intentado frenar a los miembros de su Partido Conservador contrarios a sus planes para el Brexit advirtiéndoles que si respaldan los esfuerzos parlamentarios para bloquear o demorar el Brexit serán expulsados de la formación.
El exsecretario del Tesoro Philip Hammond, uno de los conservadores rebeldes, esperaba que el martes se celebren votaciones para asumir el control del asunto en la cámara. Si se aprueba la iniciativa, la legislación para bloquear una salida sin acuerdo se consideraría el miércoles.
“Muchos compañeros se han indignado por algunas de las acciones de la última semana, y creo que hay un grupo de conservadores que están muy convencidos de que ahora es el momento de poner el interés nacional por delante de cualquier amenaza personal o a nuestras carreras”, dijo Hammond a la BBC. “Creo que seremos suficientes para aprobarlo hoy”.
A medida que el Brexit enfrenta sus días clave, los inversionistas internacionales mostraban su preocupación. La libra bajó a 1,1960 dólares en las cotizaciones matinales del martes, un centavo con respecto al lunes, y se estabilizó en 1,1990 dólares.
Este fue su nivel más bajo desde octubre de 2016, cuando la incertidumbre sobre el referéndum del Brexit era particularmente alta.
Se considera que un Brexit sin acuerdo es una opción peligrosa porque frenará décadas de comercio ininterrumpido con el mercado único, con 500 millones de personas. Pero Johnson insiste en que el potencial de salir sin un pacto debe mantenerse como moneda de cambio en las negociaciones con Bruselas.
El bloque se muestra firme en su decisión de no renegociar el acuerdo de divorcio alcanzado con la ex primera ministra, Theresa May, un documento que Johnson considera inaceptable.