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Cuba traza plan frente a medidas económicas de EE.UU.


El presidente de Cuba Miguel Diaz Canel (I) y el primer vicepresidente Salvador Valdes Mesa (C) en la inauguración de las deliberaciones de la Asamblea Nacional el 20 de diciembre de 2019.
El presidente de Cuba Miguel Diaz Canel (I) y el primer vicepresidente Salvador Valdes Mesa (C) en la inauguración de las deliberaciones de la Asamblea Nacional el 20 de diciembre de 2019.

El Parlamento cubano trazó este viernes un plan económico con el que buscará resistir en 2020 al endurecimiento del embargo estadounidense que le complica proveerse de combustible y realizar transacciones financieras indispensables.

Con esos obstáculos, el programa prevé cerrar 2019 con un crecimiento de 0,5% de su PIB y proyecta 1% para 2020, dijo a la AFP el ministro de Economía, Alejandro Gil.

Una de las medidas para 2020 es la de ahorrar consumo de energía, dijo Gil ante los diputados de la Asamblea Nacional.

Cuba produce apenas el 32% del combustible que consume, y que usa en generación de energía. El 68% debe ser importado, lo cual se ha complicado por las sanciones que le impuso Washington y que le impiden asegurarse un abastecimiento fluido de petróleo.

Como parte de ese plan, Cuba, que importa la mayoría de los insumos que consume, buscará perfeccionar su alicaída empresa estatal para satisfacer la demanda doméstica y del turismo, así como diversificar sus exportaciones.

También fomentar vínculos con el sector privado de la economía, que representa un 13% dela fuerza laboral del país.

Otro objetivo será disminuir su endeudamiento, en momentos en que le está costando cumplir con la totalidad de sus acreedores. “No se nos ha ido de las manos”, ha dicho el ministro Gil.

La administración Trump aplicó más de 180 medidas de arreciamiento del bloqueo que Estados Unidos mantiene sobre la isla desde 1962, y entre ellas la mas fuerte es las presiones sobre compañías y tanqueros, para que no trasladen petróleo a Cuba.

Esa restricción, vigente desde abril pasado, provocó daños en “el transporte público, la agricultura, la producción y distribución de alimentos, así como repercutiendo en la paralización temporal de algunas inversiones y la disminución del ritmo de otras”, dijo Gil.

Estados Unidos justifica esas medidas acusando a La Habana de apoyo militar a su aliado venezolano Nicolás Maduro y de oprimir a su pueblo, acusaciones que Cuba niega.

El bloqueo interno

Pero esa resistencia que el gobierno propone al Parlamento, pasa por la ruptura de trabas burocráticas y el inmovilismo que impide la aplicación de las reformas aprobadas por el gobernante Partido Comunista (PCC, único) desde hace ocho años, un cierre que los cubanos denominan “bloqueo interno”.

Se trata de un programa de reformas económicas para “actualizar el modelo económico” de corte soviético que aún persiste en la isla.

En la tarde del jueves, sesionó una plenaria del Comité Central del PCC, donde su líder, Raúl Castro, aseguró que “podemos resistir lo que venga, pero para ello hay que estar preparados”, según la nota oficial de la reunión.

Marino Murillo, responsable de la aplicación de las reformas, dijo que la difícil situación económica “no puede convertirse en un factor para ralentizar esos procesos (reformas)”

“Por el contrario, exige imprimir mayor impulso a la actualización del modelo económico y social para eliminar las trabas que aún persisten en el desarrollo de las fuerzas productivas y de la eficiencia”, agregó.

Retiro de los históricos

La misma sesión anual del Parlamento, tal vez el sábado, debe designar un primer ministro – cargo inexistente desde 1976- a propuesta de Díaz-Canel.

Concebido como mano derecha del presidente, el nuevo primer ministro será el jefe del gobierno, (consejo de Ministros), que también será reestructurado en esta jornada parlamentaria, donde puede haber ratificaciones y también cambios.

Pero el Parlamento se reúne igualmente tras el anuncio del PCC, de que su VII Congreso será del 16 al 19 de abril de 2021.

En abril de 2018 Raúl Castro anunció que ese congreso marcará su retiro de la vida política, lo que significa también la salida de los octogenarios que acompañaron a Fidel y Raúl Castro desde la lucha que llevó al triunfo de 1959.

Una señal de esa línea trazada puede salir de esta sesión parlamentaria. El comandante Ramiro Valdés, 87 años, el último del núcleo duro de los históricos que queda en el gobierno, puede ser ratificado o sustituido como vicepresidente del Consejo de Ministros.

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