El hijo de 10 años de un legislador estatal de Kansas murió, el domingo, al caer de una torre acuática publicitada como la más alta del mundo.
Caleb Thomas Schwab murió en el parque acuático Schlitterbahn cuando se deslizaba desde la torre “Verrückt” (que en alemán significa "insano").
Para deslizarse hay que amarrarse con otras dos o tres personas en una especie de balsa que pesa entre 400 y 500 libras y se supone que solo pueden subirse los que midan más de 1,37 mt y tengan 14 años.
Aparentemente el niño se soltó y cayó de la estructura, pero nadie ha explicado cómo un niño de 10 años logró subirse.
La torre mide unos 51 metros de altura, equivalente a 17 pisos, y hace que las balsas viajen a unos 80 kilómetros por hora.
La torre entró en funcionamiento en julio de 2014.
El parque fue cerrado al menos hasta este lunes.