El congresista y excandidato a la vicepresidencia por el partido republicano, Paul Ryan, presentó este martes una propuesta de presupuesto republicana que según él lograría el balance entre ingresos y egresos en 10 años, pero que ataca el sistema de salud del presidente Barack Obama.
Otras medidas que incluye su plan serían cambiar el Medicare, reformar el sistema de beneficios y subsidios y rediseñar el código tributario.
Ryan, quien formó parte de la fórmula republicana de Mitt Romney precisamente por su conocimiento en el manejo del presupuesto, aseguró que bajo su plan el gobierno no gastará más de lo que recibe en impuestos.
“Nuestros oponentes gritarán austeridad, pero pongámoslo en perspectiva" –escribió Ryan en un artículo de opinión publicado en el Wall Street Journal. "De seguir en el actual camino, gastaremos $46 billones de dólares en los próximos 10 años. Con nuestra propuesta, gastaremos $41 billones. En el actual camino, el gasto se incrementará en un 5% cada año. Bajo nuestra propuesta, aumentará 3,4%”.
El congresista por el estado de Wisconsin asegura que como la economía va a crecer más que el gasto, el presupuesto estará balanceado para el 2023.
En una entrevista en el programa Fox News Sunday, Ryan añadió que su plan asume que el Obamacare, la ley que reformó el sistema de salud y que fue aprobada el año pasado, será rechazado
Sus detractores aseguran que todo esto es una ilusión.
“Si el representante Paul Ryan quiere que la gente tome en serio su manifiesto de presupuesto, debe ser honesto sobre su ambición: no es tanto que el gobierno federal vaya a ser fiscalmente sostenible, sino que va a ser más pequeño”, dijo el editorialista Eugene Robinson en las páginas del Washington Post.
De igual manera reaccionó la Casa Blanca. "Aunque el presupuesto Republicano de la Cámara de Representantes tiene el propósito de reducir el déficit, las cifras simplemente no cuadran", advirtió la oficina del presidente Obama en un comunicado.
"Y, para ahorrar dinero, este presupuesto convertiría el Medicare en un programa de cupones, lo que debilita los beneficios garantizados obtenidos por las personas de la tercera edad y las obliga a pagar miles de dólares más de su propio bolsillo. Ya hemos intentando este enfoque de arriba-abajo anteriormente. El Presidente sigue pensando que es el camino equivocado para los Estados Unidos", agregó.
Otras medidas que incluye su plan serían cambiar el Medicare, reformar el sistema de beneficios y subsidios y rediseñar el código tributario.
Ryan, quien formó parte de la fórmula republicana de Mitt Romney precisamente por su conocimiento en el manejo del presupuesto, aseguró que bajo su plan el gobierno no gastará más de lo que recibe en impuestos.
“Nuestros oponentes gritarán austeridad, pero pongámoslo en perspectiva" –escribió Ryan en un artículo de opinión publicado en el Wall Street Journal. "De seguir en el actual camino, gastaremos $46 billones de dólares en los próximos 10 años. Con nuestra propuesta, gastaremos $41 billones. En el actual camino, el gasto se incrementará en un 5% cada año. Bajo nuestra propuesta, aumentará 3,4%”.
El congresista por el estado de Wisconsin asegura que como la economía va a crecer más que el gasto, el presupuesto estará balanceado para el 2023.
En una entrevista en el programa Fox News Sunday, Ryan añadió que su plan asume que el Obamacare, la ley que reformó el sistema de salud y que fue aprobada el año pasado, será rechazado
Sus detractores aseguran que todo esto es una ilusión.
“Si el representante Paul Ryan quiere que la gente tome en serio su manifiesto de presupuesto, debe ser honesto sobre su ambición: no es tanto que el gobierno federal vaya a ser fiscalmente sostenible, sino que va a ser más pequeño”, dijo el editorialista Eugene Robinson en las páginas del Washington Post.
De igual manera reaccionó la Casa Blanca. "Aunque el presupuesto Republicano de la Cámara de Representantes tiene el propósito de reducir el déficit, las cifras simplemente no cuadran", advirtió la oficina del presidente Obama en un comunicado.
"Y, para ahorrar dinero, este presupuesto convertiría el Medicare en un programa de cupones, lo que debilita los beneficios garantizados obtenidos por las personas de la tercera edad y las obliga a pagar miles de dólares más de su propio bolsillo. Ya hemos intentando este enfoque de arriba-abajo anteriormente. El Presidente sigue pensando que es el camino equivocado para los Estados Unidos", agregó.