El vicepresidente de Estados Unidos Mike Pence, dijo a través de su cuenta de Twitter este martes que "la violencia patrocinada por el estado en Nicaragua es innegable".
Pence además precisó que "la propaganda de Ortega no engaña a nadie y no cambia nada".
El vicepresidente recordó el saldo de "350 muertos a manos del régimen" e indicó que "Estados Unidos pide al gobierno de Ortega que ponga fin a la violencia AHORA y celebre elecciones anticipadas".
"¡El mundo está mirando!", puntualizó Pence.
Previamente esta semana en una entrevista con la cadena de televisión estadounidense Fox News, el presidente Daniel Ortega descartó elecciones anticipadas en su país, y afirmó que se quedará hasta el fin de su mandato en 2021.
Sobre acusaciones de hostigamientos a sacerdotes Ortega explicó que es falso que su gobierno tenga problemas con la iglesia católica y que “es falso que algún nicaragüense haya muerto en alguna iglesia”.
El periodista de la Voz de América Iacopo Luzi, habló en exclusiva con el sacerdote nicaragüense Raúl Zamora, párroco de la iglesia Divina Misericordia, quien decidió dar refugio a 150 manifestantes en su iglesia, cuando paramilitares abrieron fuego en su contra.
"No somos terroristas" dijo Zamora al enfatizar que como sacerdotes "no tienen ninguna agenda política".
El Departamento de Estado
El Departamento de Estado a través de su portavoz Heather Nauret, dijo el martes que "Estados Unidos sigue muy de cerca la deteriorada situación" por la que atraviesa Nicaragua y explicó que: "se condena la intimidación por parte de los grupos armados, controlados por Ortega (...) Esto incluye el arresto arbitrario de 700 nicaragüenses".
Nauret además dijo que "Estados Unidos también condena el cobarde ataque a líderes de la iglesia, junto a la muerte de cientos de manifestantes" y precisó que: "El gobierno de Nicaragua no puede seguir justificando sus comportamiento y culpar a otros por sus acciones".
"Nos unimos a los llamados de la comunidad internacional, a elecciones anticipadas, libres, justas, transparentes y a la protección de los Derechos Universales en Nicaragua", añadió la funcionaria.
Estudiante brasileña asesinada
En Managua, una médico brasileña murió la noche del lunes a causa de un disparo de un guardia de vigilancia privada, informó la policía en un comunicado.
La primera información sobre la muerte de Raynea Gabrielle Da Costa Lima Rocha, de 29 años, la dio a conocer Ernesto Medina, rector de la Universidad Americana (UAM).
De acuerdo a los detalles reportados por Medina, Da Costa Lima, cursaba sexto año de la carrera de medicina en la UAM, y perdió la vida como consecuencia de un "balazo en el pecho que le dañó el corazón, el diafragma y parte del hígado".
"Esto hay que decirlo, paramilitares que estaban en la casa de Chico Francisco López, fueron los que dispararon", enfatizó Medina.
"Las fuerzas paramilitares sienten que tienen carta blanca, nadie les va a decir nada, nadie les va a hacer nada, ellos andan secuestrando y haciendo redadas", agregó el rector de la institución educativa.
El comunicado policial informa que la doctora brasileña trabajaba como médico interno del hospital Roberto Huembes de la Policía Nacional, y dice que su muerte ocurrió "cuando se desplazaba sola a bordo de su vehículo" por el sector de Lomas de Monserrat, en la ciudad de Managua.
Agrega que "un guardia de vigilancia privada, en circunstancias aún no determinadas, realizó disparos de arma de fuego, uno de los cuales le impactó ocasionándole heridas".
Da Costa Lima "fue trasladada al Hospital Militar Escuela Alejandro Dávila donde falleció", según las autoridades.
El guardia involucrado está siendo investigado, asegura el comunicado policial, que lamenta el fallecimiento de la médico brasileña y reitera el compromiso de la Policía Nacional de "continuar trabajando para fortalecer la paz, la seguridad de las personas, familias y comunidades nicaragüenses".
Otros tres fallecidos se reportaron al amanecer del martes en Jinotega, 143 kilómetros al norte de Managua, donde fuerzas paramilitares y policías atacaron las barricadas que se encontraban en el barrio Sandino, que se mantenía como bastión de lucha de quienes piden la salida del presidente Daniel Ortega del gobierno.
“Hemos podido corroborar que hay tres muertos, unos 25 heridos y 15 personas detenidas en ese barrio de Jinotega”, dijo Álvaro Leiva, director Ejecutivo de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos.
