El Pentágono informó que ve riesgos de protestas en Venezuela este año, producto del deterioro de la situación económica y el desabastecimiento que vive el país.
Así lo señaló el teniente general Vincent Stewart en un testimonio ante el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes.
“El presidente venezolano, Nicolás Maduro no ha resuelto los factores que contribuyeron a la protestas contra el gobierno en 2014, incluyendo una economía pobre, la escasez de bienes básicos, delitos violentos sin control y tácticas autoritarias del gobierno contra la oposición política”, señaló Stewart en su testimonio.
El oficial anticipó que habrá protestas organizadas por la oposición y organizaciones de estudiantes antes de las elecciones legislativas de este año.
“Los líderes militares han permanecido fieles [al gobierno] y lo seguirán para sofocar las protestas antigubernamentales. Anticipamos de vez en cuando el uso de mano dura por las fuerzas de seguridad para restaurar el orden”, agregó.
El Ministerio de Defensa venezolano recientemente informó que autorizaba a las fuerzas de seguridad de utilizar armas letales para controlar protestas, algo que fue duramente criticado por la oposición.
El ministro de Defensa del país, general Vladimir Padrino, acusó que la medida había sido sacada de contexto.
Stewart además mostró preocupación sobre la proliferación de armas convencionales avanzadas, mencionando a Venezuela como uno de los países receptores de armamento ruso.
Respecto de la región, el oficial dijo que las amenazas transnacionales como el tráfico de drogas y de armas han aumentado la inseguridad en América Latina.
En este sentido, México sigue siendo el principal país de tránsito para la cocaína destinada a Estados Unidos, y el principal proveedor extranjero de metanfetamina, heroína y marihuana.
Por otra parte, Stewart destacó los avances del gobierno colombiano en seguridad.
“Colombia ya no es el principal productor de cocaína a nivel mundial, pero sigue siendo el principal proveedor de cocaína y un proveedor de heroína a insurgentes y los grupos armados ilegales, incluidas las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las bandas criminales (Bacrim)”, señaló.
Stewart alertó que los grupos trabajan cada vez más directamente con carteles mexicanos de la droga, y sus redes mueven dinero, armas y personas.
En Honduras, El Salvador y Guatemala, los niveles de violencia vinculados a las pandillas, las drogas y la delincuencia siguen figurando entre los más altas del mundo.
“Los niveles de delincuencia están obligando a estas naciones a seguir confiando en sus militares para proporcionar seguridad al abordar simultáneamente la policía a largo plazo, judicial y la reforma penitenciaria”, senaló.