La presidenta de Perú, Dina Boluarte, anunció el viernes un alza del 10 % en el sueldo mínimo mensual, equivalente a unos 301,3 dólares, en medio de señales de recuperación económica tras una recesión el 2023 y de niveles de aprobación históricamente bajos en la popularidad del gobierno.
En un mensaje televisado, Boluarte dijo que la "remuneración mínima vital" será de 1.130 soles, desde los 1.025 soles previos desde enero, el primer aumento desde mayo del 2022 cuando gobernaba Pedro Castillo, destituido a fines de ese año por intentar cerrar el Congreso.
"Hoy el panorama es optimista, nuestra economía crece a un ritmo proyectado de 3,2 % y la inversión privada se recupera significativamente", dijo Boluarte en Palacio de Gobierno, después de firmar un decreto elevando el salario mínimo.
"No podemos permitir que el Perú crezca a tasas altas y que ese crecimiento no se perciba en el bolsillo de los trabajadores", agregó.
El aumento se produce pese a que, en reuniones previas, el Gobierno no llegó a un consenso con el gremio empresarial que consideraba que "no era el momento" para esta medida, y que ello podría alentar el empleo informal en el país sudamericano.
El economista David Tuesta, presidente del Consejo Privado de Competitividad, dijo a la emisora local RPP que la medida no es oportuna y "está muy distanciada del problema de fondo que está detrás de los altos niveles de informalidad del país", que superan el 75%.
"El problema de fondo es que no se hace nada para solucionar dos grandes cosas que están detrás de este nivel de informalidad: uno, el bajo nivel de capital humano que tienen los peruanos (…) y el otro gran problema es que no se permite que las empresas crezcan y se hagan productivas, porque tenemos un país lleno de burocracia", afirmó.
Por su parte, Alfonso Bustamante, presidente del gremio empresarial Confiep, expresó en RPP su preocupación por el impacto que tendrá la medida en las micro y pequeñas empresas, sectores que tienen menores capacidades económicas para absorber estos incrementos.
"El microempresario que está tratando de transitar hacia la formalidad dejará de hacerlo porque simplemente no les alcanza para solventar sus ingresos", advirtió.
La presidenta Boluarte, cuya popularidad ha caído a niveles históricos a menos de 5 % según las encuestas, dijo que la decisión se tomó luego de un análisis "técnico y profesional".
"No gobernamos mirando las encuestas, sino en base a objetivos concretos y beneficios para el país", afirmó.
[Con información de Reuters]
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