Las personas más felices del mundo no están en Suiza, donde la calidad de vida es enviada por muchas naciones, o Japón el país con mayor esperanza de vida, ni siquiera en Qatar, considerado el país más rico del planeta.
Para encontrar a los felices, hay que ver hacia el sur.
Según una reciente encuesta realizada a cerca de 150.000 personas en todo el mundo, siete de los diez países del planeta con una aptitud más optimista se encuentran en América Latina. Panamá y Paraguay, están en la cima de la lista.
Parece que los problemas domésticos que enfrentan algunas naciones, como el crimen organizado, la falta de oportunidades y la pobreza, no influye en el optimismo de sus habitantes.
El mejor ejemplo es Guatemala, con una de las tasas de homicidio más altas del mundo, que se coló en el séptimo puesto de las naciones más felices.
La encuestadora Gallup Inc. preguntó a unas 1.000 personas en cada uno de los 148 países entrevistados el año pasado, si estaban bien descansados, si habían sido tratados con respeto, si sonrieron o se rieron mucho durante el año, si aprendieron algo o hicieron algo interesante, y finalmente, si habían sentido alguna emoción de alegría el día anterior.
En Panamá y Paraguay, el 85 por ciento de los encuestados respondió que sí a las cinco preguntas, lo que los ubicó en la parte superior de la lista. Estos países fueron seguidos de cerca por El Salvador, Venezuela, Trinidad y Tobago, Tailandia, Guatemala, Filipinas, Ecuador y Costa Rica, en ese orden.
Las personas menos felices se encuentran en Singapur, una ciudad con bonanza económica que se encuentra entre las más desarrolladas del mundo.
Otros países ricos también se ubicaron sorprendentemente abajo en la lista. Alemania y Francia, igualaron con el estado africano de Somalia en el lugar número 47.
Estados Unidos es 35, un escalón por encima de China. Canadá (11), Países Bajos (14), Irlanda (15), Dinamarca (16), Luxemburgo (24), Bélgica (26), Reino Unido (30) y Suecia (34), tampoco parecen países tan felices.
El estudio finaliza asegurando que las naciones prósperas pueden ser profundamente infelices, mientras los pobres se encuentran inundados de positividad.
Para encontrar a los felices, hay que ver hacia el sur.
Según una reciente encuesta realizada a cerca de 150.000 personas en todo el mundo, siete de los diez países del planeta con una aptitud más optimista se encuentran en América Latina. Panamá y Paraguay, están en la cima de la lista.
Parece que los problemas domésticos que enfrentan algunas naciones, como el crimen organizado, la falta de oportunidades y la pobreza, no influye en el optimismo de sus habitantes.
El mejor ejemplo es Guatemala, con una de las tasas de homicidio más altas del mundo, que se coló en el séptimo puesto de las naciones más felices.
La encuestadora Gallup Inc. preguntó a unas 1.000 personas en cada uno de los 148 países entrevistados el año pasado, si estaban bien descansados, si habían sido tratados con respeto, si sonrieron o se rieron mucho durante el año, si aprendieron algo o hicieron algo interesante, y finalmente, si habían sentido alguna emoción de alegría el día anterior.
En Panamá y Paraguay, el 85 por ciento de los encuestados respondió que sí a las cinco preguntas, lo que los ubicó en la parte superior de la lista. Estos países fueron seguidos de cerca por El Salvador, Venezuela, Trinidad y Tobago, Tailandia, Guatemala, Filipinas, Ecuador y Costa Rica, en ese orden.
Las personas menos felices se encuentran en Singapur, una ciudad con bonanza económica que se encuentra entre las más desarrolladas del mundo.
Otros países ricos también se ubicaron sorprendentemente abajo en la lista. Alemania y Francia, igualaron con el estado africano de Somalia en el lugar número 47.
Estados Unidos es 35, un escalón por encima de China. Canadá (11), Países Bajos (14), Irlanda (15), Dinamarca (16), Luxemburgo (24), Bélgica (26), Reino Unido (30) y Suecia (34), tampoco parecen países tan felices.
El estudio finaliza asegurando que las naciones prósperas pueden ser profundamente infelices, mientras los pobres se encuentran inundados de positividad.