El Centro de Operaciones de Emergencia Nacional del Perú, informó que en los últimos tres días murieron por lo menos 12 personas, debido a las precipitaciones que los expertos peruanos atribuyen al fenómeno climático de El Niño.
Las nuevas víctimas elevan a 62 el número de fallecidos desde el inicio de las inusuales lluvias que azotan a Perú en lo que va del año y que también ha provocado el desborde de ríos en la costa del Pacífico y destrozado carreteras.
"Nadie esperaba esto", dijo a la prensa el presidente Pedro Pablo Kuczynski mientras caminaba cerca de un río capitalino llamado Huaycoloro que se desbordó la víspera, arrastró dos camionetas e hizo temblar un puente.
Otros dos ríos de Lima salieron de sus cauces provocando pánico entre los pobladores de la capital, de 10 millones de habitantes.
Las lluvias intensas han causado destrozos en campos de cultivo, casas, carreteras y puentes en las regiones norteñas de la costa del Pacífico peruano, en especial en Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad, pero desde esta semana también se han sentido en las otras seis regiones costeras del centro y sur, incluida Lima.
El gobierno anunció que las clases permanecerán suspendidas en todo el país hasta el lunes 20 de marzo, para evitar que los escolares se expongan a algún peligro mientras se dirigen a sus centros de estudio.
El comité multisectorial encargado del estudio de El Niño, explicó a inicios de marzo que las lluvias en la costa norte del Pacífico se producen por efecto de las altas temperaturas marinas y condiciones atmosféricas favorables.
Las precipitaciones ponen en peligro los sectores agrícola, turístico y pesquero. Perú es el primer exportador mundial de harina de pescado.
De acuerdo con los reportes históricos entre 1982-1983 y 1997-1998 se produjeron los efectos más devastadores de El Niño en el país.
Según datos oficiales, entre 1997 y 1998 el fenómeno climático provocó 374 muertos, 412 heridos, se destruyeron 59 puentes, 884 kilómetros de carreteras, 42.000 viviendas y 73.000 hectáreas de cultivos. L
Las exportaciones del sector pesquero disminuyeron 76,5% y las pérdidas nacionales fueron de 1.200 millones de dólares.