La noticia del nombramiento de la exprimera dama del Perú, Nadine Heredia, como directora de la oficina de enlace de la FAO tomó por sorpresa al gobierno peruano que de inmediato expresó su desagrado y pidió al organismo de la ONU “reconsiderar” su decisión.
La esposa del expresidente Ollanta Humala está siendo investigada por financiación irregular de la campaña que llevó a Humala al poder en 2011 y de la anterior, en 2006. Ahora con el nuevo cargo Nadine Heredia gozaría de inmunidad como funcionaria de la ONU.
Las autoridades peruanas se enteraron del nombramiento a través del boletín informativo de la institución internacional y han expresado que esperan que la FAO se den cuenta del error que han cometido.
"Al tomar conocimiento del nombramiento de la señora Heredia como funcionaria de la FAO, el viceministro de Relaciones Exteriores ha expresado esta mañana a su representante oficial en el Perú, John Preissing, el desagrado y la protesta del gobierno peruano por una decisión que puede ser interpretada como una interferencia a una investigación fiscal en curso en el Perú", señaló la nota oficial.
Asimismo aclaran que el nombramiento de Nadine Heredia, que será efectivo a partir del jueves, es una decisión del director general de la FAO y no interfiere para nada el gobierno peruano. También indicaron que fue hecho sin ningún tipo de consulta o coordinación previa con el Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú.
El viceministro de Exteriores, Néstor Popolizio, dijo esperar "que se den cuenta del error cometido con este nombramiento" y añadió que "va a tener una repercusión en la imagen de la FAO".
Heredia, que debido a la investigación tenía restringidas sus salidas del país hasta mediados del mes pasado, voló a España el miércoles, presumiblemente con autorización judicial.
El congresista aprista Jorge Del Castillo reveló correos electrónicos que demuestran que el nombramiento estaba siendo gestionado desde el pasado mes de febrero. Al mismo tiempo pidió que se investigue la salida del país de Nadine Heredia la que consideró una “fuga vergonzante”.