En su más reciente medida para impulsar la decadente economía estadounidense, el presidente Barack Obama anunció, el miércoles, plan por 75.000 millones de dólares para ayudar a millones de dueños de viviendas a enfrentar una posible ejecución hipotecaria.
El plan tiene por objeto ayudar a que la gente restructure o refinancie sus préstamos hipotecarios para que los pagos mensuales sean más asequibles.
El Gobierno subsidiará los préstamos modificados para ayudar a evitar las ejecuciones, en algunos casos, en que las viviendas han perdido valor.
El Departamento de Comercio, entre tanto, anunció que el número de nuevas viviendas bajo construcción cayó a su nivel más bajo registrado, el mes pasado.
Y las autoridades del banco central estadounidense dicen que la economía de la nación se contraerá entre medio punto y 1,3 puntos porcentuales, este año.
El ex jefe de la Reserva Federal Alan Greenspan dijo al diario The Financial Times que la nacionalización temporaria de los bancos tal vez sea la única manera de restablecer la confianza en el sistema financiero.
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