El anuncio de que la empresa sueco-finlandesa Stora Enso, podría instalar su planta de celulosa en Fray Bentos, Uruguay, amenazó el clima de diálogo que se generó en estos días entre el candidato electo de Uruguay, José “Pepe” Mujica, y la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
Mujica y Fernández mostraron buena disposición para reunirse y hablar sobre el conflicto que mantienen desde hace años Uruguay y Argentina por la instalación de la pastera de la empresa Botnia junto al río Uruguay, del lado uruguayo de la frontera entre ambos países.
En ese entonces, el gobierno argentino afirmó que Uruguay había violado un tratado bilateral de compromiso ambiental sobre el río y presentó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia en mayo de 2006.
Mientras el juicio deberá definirse en el primer semestre del año próximo, los habitantes de la localidad de Gualeguaychú, que está del lado argentino de la frontera, protestan desde hace años la instalación de Botnia y mantienen cortado el puente que los une al lado uruguayo.
El anuncio en estos días de que otra empresa, Stora Enso, evalúa la posibilidad de instalarse en Fray Bentos, fue como echarle más leña al fuego a los reclamos de los habitantes de Gualeguaychú, según informaron los medios locales uruguayos.
"Cuando se intenta solucionar el conflicto por Botnia, venir a hablar de Stora Enso es una provocación", dijo al periódico El País Jorge Fritzler, integrante de la Asamblea Ambienta de Gualeguaychú, que es la responsable del bloqueo al puente.
En respuesta, Mujica declaró que no veía conveniente la instalación de otra planta de celulosa en la localidad uruguaya porque sería agregarle más conflictos con Argentina.
“Uruguay es un país pequeño pero no tanto”, dijo el candidato electo, según publicó el periódico El Observador. “Hay lugar para poner una planta de pulpa de papel en muchos sitios, no se debe complicar la vida más de lo que ya está”, agregó.
