Las autoridades esperan que uno de los dos chechenos sospechosos del atentado terrorista cometido en Boston sobreviva a sus heridas para poder interrogarlo e indagar sobre los motivos que tuvieron él y su hermano para colocar las bombas.
Dzhokhar Tsarnaer, de 19 años, fue ingresado grave en el centro médico de Boston Beth Israel Deaconess, el mismo hospital donde su hermano mayor Tamerlan, de 26 años, fue declarado muerto tras un enfrentamiento a tiros con la policía.
Luego de casi 24 horas de búsqueda, Dzhokar fue capturado tras ser acorralado en el fondo de una lancha en el patio trasero de una casa del barrio de Watertown, donde se había centrado su búsqueda desde la madrugada del viernes.
Los periodistas pudieron escuchar cómo la policía le pedía que saliera con las manos en alto y se entregara, y cuando fue apresado sangraba profusamente. Al menos nueve mil agentes centraron sus esfuerzos para capturar al checheno en una cacería por todo Boston.
Tras haber sido hospitalizado, tres senadores republicanos: Lindsey Graham (Carolina del Sur); John McCain (Arizona), y Kelly Ayotte (New Hampshire) urgieron al presidente Barack Obama este sábado para que se considerara al detenido como un “combatiente enemigo”.
De ser así, el sospechoso no tendría derecho a un abogado de oficio asignado por el gobierno y a otros derechos legales en virtud de la denominada Ley de Guerra, de manera que los investigadores pudiesen interrogarlo acerca de otros posibles ataques terroristas.
Al dar a conocer la noticia de su captura, el gobernador de Massachusets, Deval Patrick, agradeció en una rueda de prensa a todos los investigadores que participaron en la operación y aseguró que esa noche dormirían "más tranquilos". El alcalde de la ciudad, Tom Menino calificó el esfuerzo de las autoridades de mayúsculo.
La sensación de alivio por la noticia hizo que la gente saliera a celebrar espontáneamente el fin del asedio a la ciudad el viernes en la noche y que despidiera con aplausos a los policías a medida que algunos de ellos se retiraban del lugar.
Numerosas actividades deportivas y las rutinas diarias se vieron colapsadas por la decisión de las autoridades de bloquear la ciudad para poder capturarlo.
El atentado durante el maratón de Boston dejó tres muertos, entre ellos un niño de ocho años, y 180 heridos, de los cuales, al menos 12, están todavía en estado delicado.
Dzhokhar Tsarnaer, de 19 años, fue ingresado grave en el centro médico de Boston Beth Israel Deaconess, el mismo hospital donde su hermano mayor Tamerlan, de 26 años, fue declarado muerto tras un enfrentamiento a tiros con la policía.
Luego de casi 24 horas de búsqueda, Dzhokar fue capturado tras ser acorralado en el fondo de una lancha en el patio trasero de una casa del barrio de Watertown, donde se había centrado su búsqueda desde la madrugada del viernes.
Los periodistas pudieron escuchar cómo la policía le pedía que saliera con las manos en alto y se entregara, y cuando fue apresado sangraba profusamente. Al menos nueve mil agentes centraron sus esfuerzos para capturar al checheno en una cacería por todo Boston.
Tras haber sido hospitalizado, tres senadores republicanos: Lindsey Graham (Carolina del Sur); John McCain (Arizona), y Kelly Ayotte (New Hampshire) urgieron al presidente Barack Obama este sábado para que se considerara al detenido como un “combatiente enemigo”.
De ser así, el sospechoso no tendría derecho a un abogado de oficio asignado por el gobierno y a otros derechos legales en virtud de la denominada Ley de Guerra, de manera que los investigadores pudiesen interrogarlo acerca de otros posibles ataques terroristas.
Al dar a conocer la noticia de su captura, el gobernador de Massachusets, Deval Patrick, agradeció en una rueda de prensa a todos los investigadores que participaron en la operación y aseguró que esa noche dormirían "más tranquilos". El alcalde de la ciudad, Tom Menino calificó el esfuerzo de las autoridades de mayúsculo.
La sensación de alivio por la noticia hizo que la gente saliera a celebrar espontáneamente el fin del asedio a la ciudad el viernes en la noche y que despidiera con aplausos a los policías a medida que algunos de ellos se retiraban del lugar.
Numerosas actividades deportivas y las rutinas diarias se vieron colapsadas por la decisión de las autoridades de bloquear la ciudad para poder capturarlo.
El atentado durante el maratón de Boston dejó tres muertos, entre ellos un niño de ocho años, y 180 heridos, de los cuales, al menos 12, están todavía en estado delicado.