El gobierno del estado de Río de Janeiro desplegó cientos de policías el lunes en tres de las amplias favelas de la ciudad, afirmando que era necesario para combatir grupos del crimen organizado.
Las fuerzas de seguridad fueron despachadas no sólo al complejo de favelas Mare al lado del aeropuerto internacional de Río de Janeiro, sino también a la cercana favela Vila Cruzeiro y a la favela Ciudad de Dios al otro lado de la ciudad. Las tres favelas son controladas por la banda narcotraficante Comando Rojo.
La inteligencia reciente había indicado que los capos de esas pandillas habían migrado de Mare a las otras dos comunidades, informó el gobierno de Río en X —antes Twitter. Agregó que 1.000 agentes participaron en el operativo de tres frentes.
Los habitantes de las favelas empezaron a escuchar disparos poco después del amanecer, según Fogo Cruzado, una organización sin fines de lucro que reporta sobre la violencia armada. El medio local G1 reportó que dos helicópteros policiales recibieron disparos y tuvieron que aterrizar.
El viernes, el gobernador de Río, Claudio Castro, anunció planes de responder a los grupos del crimen organizado que controlan amplios sectores de la ciudad.
“Esas no son buenas personas de la comunidad, no son habitantes. Son criminales sangrientos, violentos, fuertemente armados que tienen que ser combatidos con dureza y la mano fuerte del estado”, aseveró.
La semana pasada, tres médicos fueron ejecutados en un restaurante al lado de la playa, en un aparente caso de identidad equivocada pues al parecer una de las víctimas fue confundida con el hijo del jefe de una milicia local.