Twitter se convirtió en la plataforma para discutir ideas políticas en Cuba. A las pocas horas de que Mariela Castro, hija de Raúl Castro y directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), debutara en la red social, empezó un debate digital con opositores.
La bloguera disidente Yoani Sánchez fue una de las primeras en enviarle un mensaje. "Me dicen Mariela Castro abrió cuenta en Twitter. Una pregunta para ella. 'Cuando los cubanos podremos salir de los otros armarios?" escribió Sánchez, aludiendo a una campaña que Mariela Castro inició a favor de los homosexuales.
Sánchez aprovechó la rara oportunidad de iniciar un debate con una autoridad cubana y le envió otros dos tuits. "Bienvenida a la pluralidad de Twitter. Aquí nadie me puede callar, negarme permiso para viajar ni impedir la entrada. Y otra preguntica. ¿Cómo se puede pedir la aceptación parcelada hacia un solo tema? ¿La tolerancia es total o no es?".
Castro, que al parecer no pudo resistirse ante los mensajes que recibía, contestó en su defensa.
“Tu enfoque de tolerancia reproduce los viejos mecanismos de poder. Para mejorar tus 'servicios' necesitas estudiar", escribió la hija del mandatario, quien posteriormente se refirió a otros opositores.
"Parásitos despreciables: ¿recibieron la orden de sus empleadores de responderme al unísono y con mismo guión predeterminado? Sean creativos", agregaba.
El intercambio de mensajes en Twitter fue una rara oportunidad en la que voces disidentes pudieron discutir de política directamente con el gobierno cubano. Mientras que La Habana acusa a los disidentes como Sánchez de ser "mercenarios" contratados por Washington.