El candidato republicano Mitt Romney ha recibido una lluvia de críticas, especialmente de la prensa y del presidente Obama, por criticar agresivamente la respuesta del gobierno a la crisis en Egipto y Libia.
Romney dijo el martes y luego repitió el miércoles que el Gobierno prefirió pedir disculpas primero por un video producido en Estados Unidos después de que turbas atacaron el consulado estadounidense en Bengasi y la embajada en El Cairo, antes que defender a los diplomáticos estadounidenses.
"La primera respuesta de Estados Unidos debe ser de indignación por la violación de la soberanía de nuestra nación, y una disculpa por los valores estadounidenses nunca es el camino correcto", dijo Romney en una conferencia de prensa en Jacksonville, Florida.
Obama respondió el miércoles por la noche, en una entrevista con la cadena CBS tildando a Romney como alguien que tiene una tendencia a "disparar primero y apuntar después”.
"Como presidente," agregó Obama, "una de las cosas que he aprendido es que no puedes hacer eso. Es importante que te asegures de que las declaraciones que hagas estén respaldadas por los hechos".
Consultado sobre si pensaba que los comentarios de Romney eran irresponsables, Obama dijo: "Voy a dejar que el pueblo estadounidense juzgue eso".
El periódico The Washington Post también criticó este jueves en un editorial la postura del republicano al referirse a la muerte del embajador y personal estadounidense en Libia como “una tragedia de la que debería surgir apoyo bipartidista a la ayuda estadounidense hacia Libia, donde todavía se lucha por estabilizar el país”.
“Que en lugar de eso provoque una serie de crudos ataques políticos hacia el presidente Obama de parte del candidato presidencial Mitt Romney es un descrédito para su campaña¨, escribió el Post.
Las palabras de Romney fueron criticadas por analistas de política exterior, en su mayoría demócratas pero también por algunos republicanos, por romper una tradición de larga data de cerrar filas en torno a un presidente en momentos de crisis. Muchos también acusaron a Romney de apresurarse demasiado para tratar de formular una declaración política con lo que resultó ser una tragedia.
Romney dijo el martes y luego repitió el miércoles que el Gobierno prefirió pedir disculpas primero por un video producido en Estados Unidos después de que turbas atacaron el consulado estadounidense en Bengasi y la embajada en El Cairo, antes que defender a los diplomáticos estadounidenses.
"La primera respuesta de Estados Unidos debe ser de indignación por la violación de la soberanía de nuestra nación, y una disculpa por los valores estadounidenses nunca es el camino correcto", dijo Romney en una conferencia de prensa en Jacksonville, Florida.
Obama respondió el miércoles por la noche, en una entrevista con la cadena CBS tildando a Romney como alguien que tiene una tendencia a "disparar primero y apuntar después”.
"Como presidente," agregó Obama, "una de las cosas que he aprendido es que no puedes hacer eso. Es importante que te asegures de que las declaraciones que hagas estén respaldadas por los hechos".
Consultado sobre si pensaba que los comentarios de Romney eran irresponsables, Obama dijo: "Voy a dejar que el pueblo estadounidense juzgue eso".
El periódico The Washington Post también criticó este jueves en un editorial la postura del republicano al referirse a la muerte del embajador y personal estadounidense en Libia como “una tragedia de la que debería surgir apoyo bipartidista a la ayuda estadounidense hacia Libia, donde todavía se lucha por estabilizar el país”.
“Que en lugar de eso provoque una serie de crudos ataques políticos hacia el presidente Obama de parte del candidato presidencial Mitt Romney es un descrédito para su campaña¨, escribió el Post.
Las palabras de Romney fueron criticadas por analistas de política exterior, en su mayoría demócratas pero también por algunos republicanos, por romper una tradición de larga data de cerrar filas en torno a un presidente en momentos de crisis. Muchos también acusaron a Romney de apresurarse demasiado para tratar de formular una declaración política con lo que resultó ser una tragedia.
