El congreso exigió al gobierno del presidente Barack Obama responder apropiadamente a la amenaza que representa la presencia y actividad de Irán en el continente americano y sus contactos con narcotraficantes y organizaciones terroristas de la región.
La carta, enviada a Obama el 16 de mayo, da seguimiento a una intervención del presidente de la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense, John Bohner, en la Conferencia de las Américas, donde aseguró que Irán “ha hecho poco por ocultar sus ambiciones globales o su interés en lograr introducirse en América Latina para que le sirva de base de apoyo a esas ambiciones”.
El presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad ha sido recibido en el pasado por los gobiernos de Cuba, Venezuela, Ecuador y Nicaragua.
En la carta, los congresistas exigieron que “Los Estados Unidos deben usar todas las herramientas disponibles para proteger los intereses de Estados Unidos, prevenir la expansión iraní y socavar los nexos entre Irán, las organizaciones terroristas extranjeras y las organizaciones de narcotraficantes en la región”.
Aseguran que “la aparente falta de interés y de recursos de parte de la Administración para encarar este tema crítico, deja vulnerables a nuestras embajadas y al personal estadounidense y por la proximidad a la frontera estadounidense, constituye un peligro directo a la seguridad nacional de Estados Unidos”.
Posterior al plan para asesinar al embajador de Arabia Saudita en Washington, en octubre pasado, el director nacional de Inteligencia, James Claper, testificó ante el Congreso que “funcionarios iraníes, probablemente incluyendo al líder supremo Ali Khameni, han cambiado su cálculo y ahora están dispuestos a conducir un ataque en los Estados Unidos”.
La amenaza iraní fue corroborada por el jefe del Comando Sur, General Douglas Fraser, quien dijo en marzo, entre otras cosas, que “Irán está muy enfocado en la región. Han duplicado el número de sus embajadas en los 7 años pasados. Tienen 40 centros culturales en 17 países diferentes de la región… Nuestra preocupación sigue en los nexos tradicionales entre Hezbolá y Hamas, que no tienen organizaciones en Latinoamérica”.
Otra carta
Un grupo de cuatro senadores cubano estadounidenses solicitaron a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que investigue las denuncias de que prisioneros de conciencia cubanos son obligados a trabajar como esclavos en Cuba.
La denuncia firmada por los congresistas republicanos Ileana Ros-Lehtinen, presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, Mario Díaz-Balart y David Rivera, y el demócrata por Nueva Jersey, Albio Sires, surge luego de las recientes revelaciones de que la empresa sueca IKEA usaba prisioneros políticos cubanos como mano de obra barata para construir muebles en los años 80.
La carta, enviada a Obama el 16 de mayo, da seguimiento a una intervención del presidente de la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense, John Bohner, en la Conferencia de las Américas, donde aseguró que Irán “ha hecho poco por ocultar sus ambiciones globales o su interés en lograr introducirse en América Latina para que le sirva de base de apoyo a esas ambiciones”.
El presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad ha sido recibido en el pasado por los gobiernos de Cuba, Venezuela, Ecuador y Nicaragua.
En la carta, los congresistas exigieron que “Los Estados Unidos deben usar todas las herramientas disponibles para proteger los intereses de Estados Unidos, prevenir la expansión iraní y socavar los nexos entre Irán, las organizaciones terroristas extranjeras y las organizaciones de narcotraficantes en la región”.
Aseguran que “la aparente falta de interés y de recursos de parte de la Administración para encarar este tema crítico, deja vulnerables a nuestras embajadas y al personal estadounidense y por la proximidad a la frontera estadounidense, constituye un peligro directo a la seguridad nacional de Estados Unidos”.
Posterior al plan para asesinar al embajador de Arabia Saudita en Washington, en octubre pasado, el director nacional de Inteligencia, James Claper, testificó ante el Congreso que “funcionarios iraníes, probablemente incluyendo al líder supremo Ali Khameni, han cambiado su cálculo y ahora están dispuestos a conducir un ataque en los Estados Unidos”.
La amenaza iraní fue corroborada por el jefe del Comando Sur, General Douglas Fraser, quien dijo en marzo, entre otras cosas, que “Irán está muy enfocado en la región. Han duplicado el número de sus embajadas en los 7 años pasados. Tienen 40 centros culturales en 17 países diferentes de la región… Nuestra preocupación sigue en los nexos tradicionales entre Hezbolá y Hamas, que no tienen organizaciones en Latinoamérica”.
Otra carta
Un grupo de cuatro senadores cubano estadounidenses solicitaron a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que investigue las denuncias de que prisioneros de conciencia cubanos son obligados a trabajar como esclavos en Cuba.
La denuncia firmada por los congresistas republicanos Ileana Ros-Lehtinen, presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, Mario Díaz-Balart y David Rivera, y el demócrata por Nueva Jersey, Albio Sires, surge luego de las recientes revelaciones de que la empresa sueca IKEA usaba prisioneros políticos cubanos como mano de obra barata para construir muebles en los años 80.