Naciones Unidas votó el 7 de abril a favor de suspender a Rusia de su puesto en el Consejo de Derechos Humanos por las supuestas atrocidades cometidas por las fuerzas rusas en Ucrania.
Mientras tanto, la Duma Estatal, la cámara baja del parlamento ruso, estudia un proyecto de ley que reconocería oficialmente “el genocidio a la etnia rusa” por Ucrania, un mito que ha sido refutado.
Aun así, una ley perpetuaría esta línea de propaganda y desinformación de Rusia para satanizar a los ucranianos, solidificaría las excusas del presidente Vladimir Putin para la guerra, daría a Rusia otro mecanismo para juzgar a quienes se opongan al conflicto y suprimiría más a la prensa independiente.
El ultranacionalista Partido Democrático Liberal de Rusia propuso el proyecto de genocidio el 4 de abril, el mismo día en que el mundo se enteró de un gran número de muertes de civiles en Bucha, un poblado cerca de Kiev abandonado por las fuerzas rusas.
Las fuerzas ucranianas y los periodistas reportaron haber encontrado cientos de cadáveres, algunos con señales de tortura y ejecución, y fosas comunes. Rusia negó la responsabilidad de sus tropas y trató de culpar a las fuerzas de seguridad ucranianas de lo que los líderes occidentales y el presidente de Ucrania, Volodymyr Zeleneskyy, calificaron de crímenes de guerra.
La legislación en la Duma dice que “Ucrania ha estado cometiendo el crimen de genocidio contra la población rusa por ocho años”.
El proyecto de ley acusa al Gobierno ucraniano de haber iniciado desde 2014 una tarea de0 “destrucción física de los habitantes” de “las repúblicas populares” de Donetsk y Luhansk , en la región de Dombás, en el este de Ucrania, donde “la gran mayoría” de los residentes en esos enclaves separatistas respaldados por Rusia “pertenecen al grupo etnográfico ruso”.
“El genocidio de la población rusa no está limitado a las repúblicas populares de Donetsk y Luhansk”, agrega el documento.
La denuncia de genocidio es falsa y la implicación de que Donetsk y Luhansk son rusas y no ucranianas es una exageración.
El proyecto no incluye ninguna prueba de “genocidio”, pero su lenguaje distorsiona las estadísticas de víctimas de Naciones Unidas en ocho años de guerra en Dombás, como si esas cifras reflejaran solamente a la población de la etnia rusa. Tales interpretaciones no son ciertas y en realidad los reportes de la ONU citados en la propuesta de ley no especifican la etnia de las víctimas.
No hay dudas de que ha habido muchas víctimas en la guerra, que comenzó cuando Rusia ilegalmente y por la fuerza se anexó la península ucraniana de Crimea en 2014.
Un mes antes de la invasión del 24 de febrero, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU reportó las siguientes estadísticas (sin referencias étnicas).
“El número estimado de bajas relacionadas con el conflicto en Ucrania desde el 14 de abril de 2014 al 31 de diciembre de 2021 es de entre 51.000 a 54.008: de 14.200 a 14.400 muertos (al menos 3.404 civiles, unas 4.400 fuerzas ucranianas y unos 6.500 miembros de grupos armados), y de 37.000 a 39.000 heridos (de 7.000 a 9.000 civiles, de 13.800 a 14.200 fuerzas ucranianas y de 15.800 a 16.200 miembros de grupos armados).”
Además, después de analizar el proyecto de ley, el propio departamento legal de la Duma rechazó su caracterización de “genocidio” como “incorrecta” porque bajo las convenciones de la ONU, “la clasificación de cualquier acción de genocidio solo debe hacerla una corte competente”.
Desde hace años, los políticos rusos, los separatistas respaldados por Rusia y la prensa estatal rusa han denunciado repetidamente agresiones de Ucrania. En realidad, Rusia instigó la guerra en Dombás casi al unísono de la anexión de Crimea”.
Rusia alimentó ese conflicto, suministrando personal y ayuda militar, algo que no menciona el proyecto de ley. Un sistema de misiles ruso fue implicado en el derribamiento en 2014 de un avión de pasajeros de Malasia en Dombás en que murieron 298 personas. El Kremlin ha dado múltiples explicaciones falsas e impedido las investigaciones.
El lenguaje del proyecto de ley trata de culpar solamente a Ucrania por los muertos, heridos y desplazados provocado por la guerra en Dombás, pero el problema es que no solo Rusia inició y mantuvo el conflicto, sino que ahora lo expandió con una guerra total, atacando a Kiev y otras grandes ciudades fuera de Dombás, con la aparente estrategia de atacar y aterrorizar a la población civil.
Las cifras de víctimas desde la invasión del 24 de febrero son difusas debido a que la guerra continúa. La ONU dice que más de 1.600 civiles, de ellos 130 niños, han muerto y 2.300 han resultado heridos.
Ucrania afirma que las víctimas civiles son mucho mayores, y que cientos murieron en Bucha y en los alrededores de Kiev. Estados Unidos ha calculado entre 7.000 y 15.000 muertos entre las tropas rusas, mientras que Ucrania dice que ha perdido 1.300 combatientes.
El 27 de febrero, más de 300 expertos en genocidio publicaron un comunicado conjunto que rechazó las denuncias de Rusia contra Ucrania, incluyendo el objetivo del presidente Vladimir Putin de “desnazificación”, como un “cínico abuso del término genocidio” para “justificar una agresión no provocada”:
“La propaganda rusa ha dibujado al estado ucraniano como nazi y fascista desde que las fuerzas especiales rusas entraron por primera vez a Ucrania en 2014, se anexó Crimea y fomentó el conflicto en Dombás, el cual lleva ocho largos años. Fue propaganda en 2014 y sigue siendo propaganda hoy…”
“Esta retórica es factualmente incorrecta, moralmente repugnante y profundamente ofensiva para la memoria de las millones de víctimas del nazismo y los que valientemente lo combatieron, incluyendo a los soldados de Rusia y Ucrania en el Ejército Rojo (soviético).”
[Publicado por Polygraph.info]
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