Mike Pompeo, secretario de Estado de EE.UU., y Chrystia Freeland, ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, conversaron este jueves en Ottawa sobre fortalecer la relación bilateral, la próxima cumbre del G7, la crisis en Venezuela y la detención de dos ciudadanos canadienses en China.
En una rueda de prensa, Freeland aseguró que “como amigos y aliados, EE.UU. y Canadá han trabajado juntos para mantener nuestras fronteras, pueblos y países seguros”
La diplomática también dijo: “Somos vecinos. Somos amigos. Somos ejemplos para el mundo de lo que una fuerte relación bilateral debería ser”.
Por su parte, Pompeo calificó de “importantes” y “buenas” sus reuniones con Freeland y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y agradeció la solidaridad del vecino país en numerosos temas.
Uno de esos asuntos es, precisamente, Venezuela. Al ser cuestionado sobre las revelaciones de acercamientos entre la administración del presidente Donald Trump y el presidente en disputa Nicolás Maduro, Pompeo aseguró que la política de EE.UU. no ha cambiado, y que no se podrá tener una elección libre y justa con Maduro en el poder.
Por su parte, Freeland dijo que Canadá está comprometido en su participación en el Grupo de Lima, e indicó que considera importante explorar “todos los caminos posibles” para una solución permanente a la situación en la nación sudamericana.
Explicó que trabajan junto a EE.UU. en el tema de las sanciones, y detalló que viajará la próxima semana a Cuba para reunirse con el canciller Bruno Rodríguez, y entre otras cosas, hablar sobre Venezuela.
Con respecto a los canadienses Michael Spavor y Michael Kovrig, arrestados a finales de 2018 en China bajo acusación de espionaje, Pompeo mencionó que seguirán usando los canales diplomáticos para presentar el caso de estas personas y que sean liberados.
Al ser cuestionada sobre el pedido de extradición por parte de EE.UU. de la directora financiera de Huawei Technologies Co Ltd, Meng Wanzhou, caso que muchos relacionan con la detención de los dos canadienses, Freeland aseguró que “la extradición es un asunto de justicia penal, no de decisión política” y que su caso está en la corte canadiense.
Pompeo agregó que son casos “profundamente” y “fundamentalmente” distintos y que Wanzhou “no es una moneda de intercambio”.
Otros de los temas que le preguntaron a la ministra canadiense fue sobre el G7 y la posibilidad de volver a aceptar a Rusia en el grupo, por recomendación del presidente Trump, a lo que respondió que los miembros del grupo estarían felices de darle la bienvenida siempre y cuando resuelva la razón por la que fue expulsado: la anexión de Crimea.